Balcanes

Serbia inaugura un gasoducto con el que afirma que reducirá su dependencia de Rusia

El país se enfrenta a unos comicios anticipados este domingo, lo que motiva guiños en clave electoral

El presidente serbio, Aleksardar Vucic, durante un acto en Belgrado.

El presidente serbio, Aleksardar Vucic, durante un acto en Belgrado. / Andrej Cukic / EFE

Irene Savio

Tras un mes de campaña electoral, Serbia vota este domingo en unas elecciones parlamentarias anticipadas. El país espera en vilo, pero para su presidente, el nacionalista Aleksandr Vucić, también es momento de hacer guiños a algunos de sus aliados. Lo último ha sido el anuncio hecho el pasado fin de semana de que Belgrado ha completado la construcción del tramo que le permitirá conectarse a un gasoducto de la vecina Bulgaria, a través del cual Belgrado asegura que reducirá su dependencia de Rusia. Y eso era lo que pedía la Unión Europea (UE). 

El anuncio se realizó desde la ciudad serbia de Nis, en una ceremonia en la que participaron también Rumen Radev y Ilham Aliyev, respectivamente presidentes de Bulgaria y de Azerbaiyán. Precisamente de este último país es de donde procede el gas que transitará --según lo anunciado-- por el nuevo tramo de la infraestructura, que en la parte serbia tiene una extensión de unos 170 kilómetros y capacidad para el abastecimiento del 60% de las necesidades del país. 

El anuncio llega pocos días después de que Serbia comunicase un acuerdo con Baku para la compra de alrededor de 400 millones de metros cúbicos de gas al año a partir de 2024. "Con este conector nos aseguramos un abastecimiento alternativo de gas, además del gas ruso", manifestó en esta línea la ministra serbia de Energía, Dubravka Diedovic Handanovic. 

Ambigüedades

Con todo, Rusia, que hasta ahora ha sido casi el único proveedor de gas de Serbia, seguirá controlando la principal compañía de hidrocarburos de Serbia, Nafta Industrija Srbije (NIS), que hasta ahora ha sido una de las compañías más rentables del país. Algo que algunos dentro de la oposición serbia consideran el habitual "juego de las dos sillas" del Partido Progresista serbio, la formación de Vucič, en el poder desde 2012. 

Críticas, estas, que no han perjudicado los mensajes grandilocuentes de los firmantes. "Hoy estamos cambiando el mapa energético de Europa", dijo el presidente búlgaro Radev. "Este (nuevo tramo) es importante para toda la región. La guerra en Ucrania nos ha hecho reflexionar sobre (la importancia) de unas buenas relaciones entre vecinos", añadió. "Si en 2021, nuestras exportaciones de gas a Europa sumaron un poco más de 8.000 millones de metros cúbicos, entonces este año el volumen de suministros alcanzará alrededor de 12.000 millones de metros cúbicos", celebró, por su parte, Aliyev.

Bakú empezó a interesarse por la región hace unos diez años, cuando se reactivó el proyecto de Gasoducto Trans Adriático, que hoy lleva gas azerí a Italia. Pero ha sido la guerra de Ucrania la que, al parecer, le ha dado el empujón final. Ucrania y la UE que promovió encarecidamente el proyecto y que ha pagado gran parte de sus costes. En concreto, la UE ha aportado unos 50 millones de euros en subsidios y 25 millones de euros en préstamos, mientras que Belgrado ha pagado solo unos 22,5 millones de euros.