Reino Unido

El Gobierno británico impulsa el desarrollo de la energía nuclear para acelerar el crecimiento económico

El Ejecutivo sostiene que la construcción de reactores en el país permitirá captar nuevas inversiones y cumplir al mismo tiempo con los objetivos climáticos

El primer ministro británico Keir Starmer visita las instalaciones del Laboratorio Nuclear Nacional en Preston, Inglaterra

El primer ministro británico Keir Starmer visita las instalaciones del Laboratorio Nuclear Nacional en Preston, Inglaterra / Oli Scarff/ AP

Lucas Font

Lucas Font

Londres

El Gobierno británico ha anunciado este jueves su intención de desarrollar proyectos de energía nuclear para reducir la dependencia energética y acelerar el crecimiento económico. Entre los planes del primer ministro, Keir Starmer, está la eliminación de trabas burocráticas para permitir la construcción de pequeños reactores modulares (SMR, en sus siglas en inglés) en zonas de Inglaterra y Gales en las que hasta ahora estaba prohibido. El Ejecutivo sostiene que la energía nuclear permitirá cumplir con los objetivos climáticos y, al mismo tiempo, captar nuevas inversiones y crear miles de puestos de trabajo en el Reino Unido.

El país construyó su primera planta nuclear en 1956 y fue durante años un firme defensor de esta energía. El desastre de Chernóbil y la extracción de combustibles fósiles fueron relegando estas instalaciones, hasta el punto de que no se ha inaugurado una nueva planta nuclear en los últimos 30 años. “Mi frustración es que el uso de este tipo de energía ha quedado prácticamente paralizado y daba la sensación de que no iba a formar parte de los planes de futuro. Creo que hemos perdido oportunidades y que nos ha perjudicado como nación”, ha dicho Starmer este jueves en una intervención en Lancashire, en el noroeste de Inglaterra. 

Centros de datos

El Gobierno quiere que los SMR, que se instalarán por primera vez en el país, ayuden a alimentar los “emplazamientos industriales de alto consumo energético”, entre ellos los centros de datos para el uso de la Inteligencia Artificial (IA). Para ello ha acabado con la lista que limitaba la construcción de reactores en apenas ocho emplazamientos y dará vía libre a la industria para establecer proyectos a largo plazo. “La decisión de hoy nos permite desbloquear la inversión privada. Muchos desarrolladores importantes de la IA están pensando cómo implementar sus centros de datos y tener suficiente energía cerca”, ha asegurado el primer ministro.

El objetivo del Gobierno es reducir todo lo posible las trabas burocráticas que impiden en muchas ocasiones poner en marcha estas instalaciones. Starmer ha insistido en su voluntad de limitar los recursos al alcance de las administraciones locales y de organizaciones vecinales –conocidos de forma coloquial como NIMBYs: las siglas de ‘Not in my backyard’ (No en mi patio trasero)– para frenar grandes proyectos. El Ejecutivo considera que muchos inversiones sufren retrasos por culpa de “normas innecesarias”, que obligan a las compañías a elaborar complejas evaluaciones ambientales para conseguir los permisos.

Crecimiento económico

El anuncio de este jueves se enmarca en la estrategia del Gobierno laborista de captar inversiones para lograr cuanto antes el crecimiento económico, aunque esto suponga reducir las protecciones ambientales. Los planes para la construcción de una tercera pista de aterrizaje en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, han sido otro ejemplo de esta estrategia, defendida a capa y espada por Starmer a pesar de las críticas de miembros destacados de su propio partido, entre ellos el alcalde de Londres, Sadiq Khan.

El primer ministro ha destacado, además, que el desarrollo de la energía nuclear en el Reino Unido permitirá reducir el precio de la luz y limitar la dependencia de terceros países. “Esto significa que tendremos el control sobre nuestra energía y que no estaremos sujetos a la volatilidad internacional. [Vladímir] Putin no podrá poner su bota sobre nuestra garganta”, ha asegurado. La instalación de los primeros SMR, sin embargo, no está prevista hasta 2032, con lo que Starmer deberá confiar en renovar su mandato en 2029 para cosechar los frutos de su apuesta. 

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