Nuevo Pontífice

Los choques del papa León XIV con Fujimori y Boluarte durante sus años en Perú

León XIV estuvo varias décadas en Perú y solía ser un comentador constante de los problemas políticos y ambientales de ese país

El papa Leo XIV, durante su época como administrador apostólico de Chiclayo, dirige una celebración religiosa en el estadio de esta población de Perú, en 2015.

El papa Leo XIV, durante su época como administrador apostólico de Chiclayo, dirige una celebración religiosa en el estadio de esta población de Perú, en 2015. / JULIO REANO / AP

Abel Gilbert

Abel Gilbert

"El Papa es peruano, Dios ama al Perú". La presidenta provisional del país andino, Dina Boluarte, sintió como una bendición personal la llegada al trono de Pedro de León XIV. El nombramiento de Robert Prevost fue considerado por el Gobierno un acontecimiento que merecía la celebración, olvidando el historial de críticas que le había formulado el nuevo Pontífice como obispo y cardenal. Prevost tiene la ciudadanía peruana, obtenida después de años de actividad pastoral en ese país andino, donde tuvo que lidiar con la violencia de Sendero Luminoso y la autocracia de Alberto Fujimori. Boluarte calificó de "hito histórico" el hecho de que Prevost sea algo más que un ciudadano estadounidense: su biografía incluye "más de 20 años de servicio en nuestra tierra" y desde Perú pasa a "liderar" a la Iglesia Católica.

"Eligió ser uno de nosotros, vivir entre nosotros y llevar en su corazón la fe, la cultura y los sueños de esta nación", dijo la mandataria interina. Y le pidió a León XIV no solo que "Dios lo guíe y fortalezca en su alta misión pastoral" sino que "su ejemplo y enseñanzas nos lleven por el camino de la paz, la reconciliación en el Perú y el mundo". Boluarte intentó responder a nivel institucional el saludo del Papa en su primer mensaje a "mi querida diócesis de Chiclayo", la ciudad del noreste peruano, a 764 kilómetros de Lima, de la que fue obispo. "Le gustaba mucho el cabrito, el arroz con pato y el ceviche, eran sus platos preferidos", aseguró la actual autoridad de la diócesis, Edison Farfán.

Los años de Sendero Luminoso

Prevost nació en Chicago en 1955. Comenzó su vida religiosa en 1977 como parte de los agustinos. Se ordenó sacerdote en 1982. Tres años después realizó su primera misión a Chulucanas, en Piura, a unos 1.000 kilómetros de la capital peruana. Su paso por esa localidad lo ha marcado. Chulucanas fue un área con intensa actividad de la guerrilla maoísta que había despuntado al comienzo de la década. Sendero Luminoso llegó a jactarse de haber establecido una "zona liberada" con apoyo logístico y financiero. La situación cambió a partir de la estrategia estatal que volcó el apoyo campesino hacia el Ejército peruano. En ese contexto, Prevost mantuvo su cercanía con las comunidades más afectadas por el conflicto armado que dejó decenas de miles de muertos. La actividad pastoral nunca dejó de lado la defensa de los derechos humanos. Fujimori derrotó a la insurgencia militarmente sobre la base de una trasgresión sistemática de las libertades. Fujimori huyó de Perú en la primavera del año 2000 y para el sector de la Iglesia en el que se apoyaba Prevost su salida del Palacio Pizarrro fue un alivio.

En 2017, empezaron las presiones de la derecha para indultar al exautócrata. "Ha pedido perdón en una forma digamos genérica, reconociendo en términos generales su culpa y algunos se han sentido ofendidos. Tal vez de su parte sería más eficaz pedir perdón personalmente por algunas de las grandes injusticias que fueron cometidas y por las cuales él fue juzgado", dijo sobre la condena a prisión perpetua que cumplía por la comisión de graves violaciones a los derechos humanos. "El dolor de muchas familias aún sigue muy fuerte, no es tan fácil. Lo que queremos ahora es un proceso de reconciliación".

En el 2014, Francisco le nombró administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo. Un año después, obtuvo el documento nacional de identidad de ese país, el número 48904649, momento en el que fue designado obispo. En marzo de 2018 quedó como vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana y en 2020 se desempeñó también como administrador Apostólico de la Diócesis del Callao. Prevost mostró un alineamiento con el giro político del Papa argentino y su impacto en el seno de una iglesia como la peruana, de fuerte sesgo conservador. De hecho su nombramiento fue parte de un rearme eclesial de mayor alcance.  El poderoso cardenal limeño Juan Luis Cipriani fue sancionado en 2019 por el Vaticano debido a una denuncia de pederastia. Poco antes de su deceso, Francisco disolvió a su vez el Sodalicio de Vida Cristiana, el grupo ultracatólico acusado de funcionar como una "secta abusiva" involucrada en escándalos sexuales y económicos.

El peso de sus palabras

En septiembre del 2023 Prevost pasó a ser cardenal y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. A comienzos de ese año había levantado desde Chiclayo la voz contra la represión del Gobierno de Boluarte. El ahora León XIV defendió el derecho de los peruanos a protestar. "De verdad me parece que el derecho a hacer manifestaciones debe ser respetado. Hemos tenido varias manifestaciones con paz y tranquilidad". El interinato de la presidenta había comenzado con la marca del descontento social. Las movilizaciones fueron fuertemente disueltas y dejaron varios muertos. Esas escenas, dijo el entonces cardenal, le provocaron "mucha tristeza y mucho dolor". Debía viajar al Vaticano. "Le dije al santo padre que no es el mejor momento para dejar el país y quiero seguir acompañando al pueblo. Yo creo que la gran mayoría estamos buscando reconciliación y paz". Prevost recordó en esa oportunidad que "hay muchos problemas, sectores de la población que se sienten realmente olvidados, ignorados y que tienen reclamos legítimos".

En su "vida pasada" de obispo y cardenal, Prevost tuvo una activa participación en X y su antecesora, Twitter. No solo publicaba los mensajes de Francisco. Era un comentador de la realidad política y social, y no solo peruana. Condenó la muerte del afronorteamericano George Floyd a manos de la policía, objetó el maltrato a los inmigrantes en Estados Unidos, en especial durante la primera administración de Donald Trump. "JD Vance está equivocado: Jesús no nos pide jerarquizar nuestro amor por los demás", escribió sobre el actual vicepresidente norteamericano. El 14 de abril pasado hizo suyo un mensaje del obispo salvadoreño Evelio Menjivar-Ayala que cuestionaba el acuerdo entre Trump y Nayib Bukele para deportar indocumentados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).

En consonancia con "Laudato Si (Alabado seas)", el documento de Francisco sobre la crisis ecológica, Prevost hizo reiteradas referencias a problemas ambientales en Perú y a la lucha de los activistas por mitigar los daños.

Una cuestión polémica

Al conocerse el nombramiento, 'El Comercio' destacó "la cercanía" que mantuvo Prevost con los fieles "y el impulso de proyectos innovadores". Sin embargo, señala la publicación, "una denuncia por abuso sexual infantil que se hizo pública en diciembre de 2023 contra el sacerdote Eleuterio Vásquez Gonzáles, ensombrece su paso por el norte peruano. Según la denunciante, Prevost aún era obispo de Chiclayo cuando recibió la denuncia en abril del 2022, la misma que terminó siendo archivada".

En septiembre pasado, tres sobrevivientes de abuso sexual dijeron al programa televsivo Cuarto Poder que el cardenal no actuó en consecuencia a pesar de que el cura admitió los cargos. Ana María Quispe, quien integraba el grupo infancia misionera, reveló haber sido agredida a los nueve años en una casa parroquial. Esas tres víctimas también habían enviado una carta al pontífice argentino. Pedro Salinas, el periodista que sacó a luz los escándalos del caso Sodalicio, sostuvo, sin embargo, que las denuncias contra Prevost son "totalmente falsas".

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