Al menos 18 muertos y decenas de heridos en 2 atentados en Colombia atribuidos al narcotráfico

"Hoy ha sido un día de muerte en muchas regiones del país", lamentó el presidente colombiano, Gustavo Petro, después de que explotara un camión en las afueras de una sede militar en Cali, provocando la muerte de seis personas, todas civiles, y 64 heridos. A la par, un dron derribó un helicóptero policial y murieron 12 tripulantes en el nordeste de Antioquia. Petro no tiene dudas: detrás de los episodios están el narcotráfico y una de las llamadas "disidencias" de las FARC que no firmaron el acuerdo de paz en 2016 y se dedican a hostigar al Estado y promover el negocio del narcotráfico.

Una de las víctimas del bombazo que explotó en Cali es una mujer de 23 años que estaba en periodo de gestación. La noticia no hizo más que profundizar el dolor ciudadano. Desde la propia ciudad, el mandatario difundió la fotografía de uno de los presuntos responsables del atentado perpetrado en las inmediaciones de la base aérea. Su autor pertenecería al llamado Estado Mayor Central. "Este es uno de los presuntos responsables del atentado con el camión-bomba, capturado por la comunidad en el lugar de los hechos. Es alias Sebastián y pertenece a las estructuras del EMC, dirigidas por alias Marlon, subordinado a la Junta del Narcotráfico". Petro aludió a una instancia articuladora de todas las facciones que recurren a la violencia para extender sus negocios.

El presidente, un exguerrillero del M-19 que abandonó las armas en los años 90 del siglo pasado, ofreció además definiciones contundentes que tendrán impacto en su ambicioso plan de "paz total" a partir de este nuevo tropiezo. Los grupos criminales deben ser considerados "terroristas". Ya no se trata de un tema político o ideológico: es un asunto ligado al "crimen trasnacional" . Sus actores realizan crímenes de guerra que deben ser abordados por la Corte Penal Internacional. "Las disidencias de Iván Mordisco, la Segunda Marquetalia y el Clan del Golfo serán consideradas organizaciones terroristas, perseguibles en cualquier lugar del mundo".

Reacción a dos reveses policiales

El ataque contra la aeronave, dijo, es una "reacción" a dos golpes que sufrió la columna que dirige Carlos Patiño, un exinsurgente calificado de "narcoterrorista" por el alcalde de Cali, Alejandro Eder. El Ejército había decomisado en una zona rural a casi 1.000 kilómetros de la capital 250.000 municiones, cinco casas llenas de explosivos y 200 partes de fusil. El volumen de lo incautado da cuenta de un problema de proporciones para el Estado.

La consternación de Petro fue evidente. Anunció también que le pedirá a la Agencia de Defensa Jurídica del Estado que, "paralelamente, de acuerdo al Estatuto de Roma" inicie "un proceso contra los dirigentes armados de estas bandas y los integrantes de la Junta del Narcotráfico a escala mundial". Deben ser acusados por "delitos contra la humanidad cometidos en Colombia sistemáticamente". Su malestar no le ahorró críticas opositoras a la "paz total". Desde un espectro conservador se le reprochó al presidente haber "envalentonado" a los grupos armados a los que se les ofreció sentarse en una mesa de negociaciones.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, ratificó luego que detrás de los dos luctuosos sucesos están las "disidencias" de las FARC que comanda Mordisco. El ataque, añadió Sánchez, "jamás tendrá justificación".

El alcalde Eder ordenó militarizar Cali y reforzó la presencia de la Policía en las entradas y las salidas de la ciudad. "Todos los organismos de seguridad del Estado están desplegados para proteger la vida de los caleños". El Palacio de Nariño descartó la idea original de decretar el "estado de conmoción interior" en las regiones afectadas por la violencia y optó por fortalecer los instrumentos existentes, así como instalar un Puesto de Mando Unificado (PMU) permanente para atender las emergencias.

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