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Fin del plazo

Trump revoca la protección del servicio secreto a la exvicepresidenta Kamala Harris

Los vicepresidentes suelen recibir seis meses de protección tras dejar el cargo, pero en el caso de Harris ha sido más gracias a una extensión firmada por Joe Biden

Donald Trump mira un vídeo de Kamala Harris durante un mitin. 
Allentown, Pensilvania, 29 de octubre

Donald Trump mira un vídeo de Kamala Harris durante un mitin. Allentown, Pensilvania, 29 de octubre / Julia Demaree Nikhinson

Carles Planas Bou

Carles Planas Bou

Barcelona

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves un memorando que, a partir del próximo lunes, revoca la protección del servicio secreto a la exvicepresidenta Kamala Harris, a quién derrotó en las elecciones presidenciales del pasado octubre, según ha adelantado la cadena CNN.

Los vicepresidentes suelen recibir seis meses de protección tras dejar el cargo. La de Harris debía concluir el 21 de julio. No obstante, poco antes de abandonar la Casa Blanca, el expresidente Joe Biden extendió esa cobertura un año más en una directiva que hasta ahora no se había hecho pública. El equipo de comunicación del demócrata no ha dado explicaciones de por qué amplió la protección de la que fue su número 2.

"La vicepresidenta agradece al Servicio Secreto de EEUU su profesionalismo, dedicación y compromiso inquebrantable con la seguridad", ha declarado Kirsten Allen, su asesora principal, en un comunicado compartido con varios medios estadounidenses.

Harris se embarcará próximamente en una gira por el país para promocionar el libro 107 días, las memorias en las que relata su breve y fallida campaña presidencial.

Temor de sus asesores

A efectos prácticos, la decisión de Trump significa que Harris ya no estará acompañada de agentes del servicio secreto, que su casa, en el centro de Los Angeles, no contará con protección federal y que ya no se analizarán de forma constante las amenazas que pueda recibir. Los asesores de Harris temen perder el acceso a las alertas de amenazas, según han explicado fuentes internas a la CNN.

Prominentes demócratas californianos han achacado la decisión a un acto de venganza de Trump. "La seguridad de nuestros funcionarios públicos nunca debe estar sujeta a impulsos políticos erráticos y vengativos", ha denunciado Bob Salladay, portavoz del gobernador de California Gavin Newsom en declaraciones a la cadena. "Este es otro acto de venganza tras una larga lista de represalias políticas, como despidos, revocación de autorizaciones de seguridad y más", ha añadido la alcaldesa de Los Angeles Karen Bass. "Esto pone en peligro a la exvicepresidenta".

Trump ha aprovechado su regreso al poder para cancelar la protección de figuras con las que se ha enemistado, como los hijos de Biden, Hunter y Ashley, o el Dr. Anthony Fauci, exasesor médico jefe de Biden durante el covid.

Sin embargo, el presidente también ha hecho lo mismo con algunos de sus antiguos aliados. Entre ellos, destacan Mike Pompeo y John Bolton, secretario de Estado y asesor de seguridad nacional respectivamente en su primer gabinete. Ambos fueron blanco de un intento de asesinato frustrado por parte de Irán, según el Departamento de Justicia, pues jugaron un rol crucial en la operación militar que acabó con la vida del alto comandante militar iraní Qasem Soleimani a principios de 2020. La animadversión mutua entre Trump y Bolton podría explicar que la semana pasada el FBI registrase la casa del hoy feroz crítico del presidente.

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