La "cuesta de enero" de los niños tras la vuelta al cole

Tras más de dos semanas de fiestas, regalos y desconexión escolar, es habitual que a los más pequeños les cueste recuperar las rutinas, y por ello es importante ayudarles a lograrlo

Hyundai Tucson y un I20. | Lne | PEXELS

Hyundai Tucson y un I20. | Lne | PEXELS / Elena Casero

Elena Casero

Por suerte, o por desgracia, las vacaciones de Navidad ya han llegado a su fin, los niños han vuelto al colegio y se retoma la "normalidad". Pasados estos largos días de magia, ilusión y grandes emociones toca volver a las rutinas, y, en ocasiones, a los más pequeños de la casa les cuesta un poco más que a los adultos. Para facilitar esta tarea, existen diferentes técnicas o pautas que pueden ponerse en práctica. Son válidas para todos los miembros de la familia y, sin lugar, a dudas conseguirán que reanudar las rutinas sea más agradable.

Recuperar horarios

Para empezar, algunos psicólogos recalcan la importancia de volver a los horarios de sueño habituales, pues lo más seguro es que en la mayoría de los casos estos se hayan visto trastocados durante las fiestas que acabaron la pasada semana. Las reuniones familiares, los nervios por las visitas de Papá Noel y de los Reyes Magos y la emoción por los regalos provocan que los niños estén más alterados, se acuesten y se levanten tarde, o demasiado pronto; coman a deshora y no siempre productos saludables, disfruten de más tiempo de ocio jugando, dediquen más tiempo a jugar, ver la televisión, etcétera.

Aunque ya ha pasado una semana desde la reanudación de las clases, quizás hay algunos que todavía continúen con resaca de fiestas. Para estos, lo mejor es acostarse más temprano. Quizá los primeros días tarden en dormirse y por la mañana se le "peguen las sábanas", pero poco a poco irán adquiriendo de nuevo la rutina. En este punto, es importante destacar que no solo se han de reordenar los horarios relativos al sueño; también hay que volver a la rutina del baño, de las tareas y de comidas.

Sobre estas últimas, se recomienda tener en cuenta dos aspectos: los horarios y los menús. Lo ideal es volver a horarios de comida similares a los que llevan en el colegio y retomar menús más saludables, dejando atrás las típicas comidas y dulces navideños e incorporando más frutas, verduras, legumbres y lácteos.

Además, los padres deben ser conscientes de que, con la emoción de los regalos recibidos durante las Navidades, les cuesta separarse de sus nuevos juegos y juguetes. Por tanto, se recomienda dejarles, durante unos días, más tiempo del habitual dedicado al juego para que puedan disfrutar de ellos.

Metas a corto plazo

Otra recomendación es fijarse metas a corto plazo asumibles y realistas. Por ejemplo, en lugar de plantearse "este lunes ya volvemos a los horarios habituales en casa", tal vez sea mejor pensar "este lunes empezamos a ajustar el horario de ir a la cama". Es decir, mejor empezar por pocos objetivos y progresivamente, ir añadiéndolos. No tiene sentido pretender que la rutina vuelva a ser la misma en dos días, por ello las metas realistas y a corto plazo pueden ayudarnos.

También puede ser positivo añadir a los clásicos "propósitos de año nuevo" una lista de rutinas, para el 2023, la cual se debe realizar con los niños. La idea es hacerla todos juntos y así clasificarlas en diferentes grupos; rutinas del cole, rutinas de tareas de casa, rutinas de extraescolares, de la alimentación y el sueño... y enfocarlo como un juego o incluso, como una votación. Así, por ejemplo, las tareas que ganen más votaciones, serán las escogidas, o apuntar las rutinas en trozos de papel, ponerlas en una caja e irlas sacándolas y votando.

Por último, es importante tener una actitud positiva y transmitírselo a los niños y niñas. Esta vuelta a la rutina tiene muchas cosas buenas y es lo que debe primar sobre los lamentos. Si los pequeños oyen continuamente a sus padres quejarse, lo interiorizan y les invade el pesimismo y la tristeza.

En general, la vuelta al cole tras unas vacaciones es difícil. Se han acostumbrado a pasar mucho tiempo con los padres, disfrutando de planes y juegos en familia. Y eso es lo que más le gusta a un niño. Por tanto, si en estos primeros días tras la vuelta al cole están más irascibles e irritables, hay que darles un respiro, pues necesitan un tiempo para habituarse. Y como en todo en la vida, con paciencia, apoyo y amor esta adaptación será más fácil. Mucho más.