El fútbol ha quedado en un segundo plano estos últimos días para el jugador camerunés de la UD Llanera Paul Otia, algo que pasa muy pocas veces. Sin embargo, ha sido por una buena razón: su mujer, Clementine Yondo, dio a luz al segundo hijo de la pareja el pasado viernes 8 de abril en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo. Ella llegó de Camerún hace un par de meses y Otia ha podido estar a su lado en el momento del nacimiento de Adonai. La pareja reside en Lugo de Llanera y él es el central titular de un equipo humilde pero que está haciendo las cosas muy bien para lograr la permanencia en Segunda RFEF. "Tenemos muy buen grupo y buenos futbolistas", dice el jugador.

La historia de Otia es la de alguien que tiene muy claro lo que quiere y que no está dispuesto a renunciar a ello: "Estaba en una escuela de fútbol en Camerún, destaqué y tuve la suerte de que me enviaron a jugar a España, primero al Alcalá, en Madrid, en mi primera temporada, y luego ya me vine a Asturias para jugar en el Langreo; desde que llegué a Asturias me ha ido todo muy bien, aquí estoy muy contento, para mí es el mejor sitio en el que puedo estar", relata el futbolista. Tras esa primera temporada en Asturias en el conjunto azulgrana, en Segunda B, se incorporó al San Martín, de Tercera, donde tuvo un gran año que le permitió volver a dar un salto hacia adelante en el Lealtad, de nuevo en Segunda B. Esta temporada en la UD Llanera, en la recién creada Segunda RFEF, está siendo la de su explosión, sumando muchos minutos y liderando la defensa de un equipo que ha ido de menos a más a lo largo de competición.

"Estoy muy contento en Llanera, tanto el presidente (Miguel López Cedrón) como el entrenador (José Luis Rodríguez) son muy buena gente, gente sencilla", cuenta sobre su experiencia en el club del Pepe Quimarán. La llegada de su mujer ha sido también muy importante para él: "Es muy importante que pueda estar aquí conmigo, es muy difícil vivir sin mi pareja y es fantástico poder hacerlo además con nuestro hijo". Otia y Yondo tienen otro hijo varón en Camerún que todavía no saben cuándo podrá reunirse también con ellos, todo dependerá de lo que suceda en el futuro.

Su vida en Lugo de Llanera es "muy tranquila" y se dedica a "entrenar y jugar". Tiene claro que su trabajo es "el fútbol" y su sueño "llegar muy lejos". "Tengo suerte de estar en España, es el mejor país del mundo para jugar al fútbol, muchos niños de África tienen el sueño de jugar en Europa y yo lo estoy haciendo", dice. Pero el resto de objetivos, el sueño de poder jugar en un equipo que juega en una categoría más arriba, quedan para después porque Otia tiene muy claro el trabajo que tiene que hacer ahora: "Lo primero es salvar a la UD Llanera, luego ya veremos, tenemos que mantenernos en la categoría", dice.

El defensa asegura que la UD Llanera "funciona muy bien" y que él le da las gracias a José Luis Rodríguez cada vez que le pone de titular en un partido: "No es fácil que te den la oportunidad de demostrar lo que tienes dentro como futbolista". También tiene un referente en el presidente del club, el llanerense Miguel López Cedrón, que fue futbolista profesional y jugó en Primera División: "El presidente es muy buena gente, nos ayuda dentro y fuera del campo; alguien que además tiene mucha experiencia, nos da consejos, es un gran ejemplo por todo lo que él ha conseguido".

En estos momentos Otia está en el dique seco por unos problemas físicos que le han dejado sin jugar en los últimos partidos. A pesar de todo, juegue o no, estará el domingo (18 horas) en el Pepe Quimarán para asistir a un partido, el que enfrenta a la UD Llanera con el Marino de Luanco, por el que pasan muchas de las opciones que tienen los dos equipos de lograr el objetivo de la permanencia. "Ahí va a estar media salvación, nosotros estamos muy bien en casa, ganando a los equipos de arriba, así que no podemos aflojar ahora, tenemos que sumar y tratar de ganar por todos los medios, el que gane se quedará por encima del descenso y el que pierda por debajo". Él confía al cien por ciento en sus compañeros de un equipo, de un club, que representa al concejo en el que se está criando su segundo hijo. El llanerense Adonai.