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El palacio de Cañe, una ruina entre maleza

La casona, que fue morada de grandes familias de Llanera como los Abarca de San Cucao, los Abarrio de Posada, o los Casaprim de Lugo, languidece en el olvido pese a formar parte del Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias

Estado actual del palacio. | P. T.

Fue antigua morada de familias y personajes ilustres de Llanera, entre ellos, Carlos Abarca Valdés y Abarrio, soldado en Filipinas, general del galeón Nuestra Señora de la Guía y gobernador de Guatemala, que lo habitó en la primera mitad del siglo XVIII. Pero de él quedan hoy solo las ruinas de un pasado más glorioso. Se trata del palacio de Cañe, ubicado en el lugar del mismo nombre en Llanera, en un paraje algo solitario cerca de Tuernes el Grande (San Cucao). Lo que está en pie de la antigua edificación son los muros de la casona y la portada y paredes de la vieja iglesia, cuya zona alta es lo único que sobresale ya entre la maleza y se deja ver desde la carretera. Aún en su absoluta decadencia, la factura de sus muros y el tamaño del inmueble y su capilla adosada dan fe de que fue casa noble y destacada del municipio.

La casona, en 1930. | IMAGEN REPRODUCIDA EN EL LIBRO DEL RIDEA SOBRE LLANERA

De su interesante historia da cumplida cuenta Ramón Rodríguez es su libro sobre el concejo del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). Explica el autor que la casona fue solar de relevantes familias de Llanera: los Abarca, de San Cucao, los Abarrio, de Rondiella, y los Casaprim, de Lugo. Además en ella vivieron personajes como el citado gobernador de Guatemala.La construcción, señala Rodríguez, tal y como hoy se conoce, es de finales del siglo XVIII o principios de siglo XIX y de estilo barroco popular. En esa época “el dueño era Carlos Martínez Casaprim, diputado a Cortes en 1813”, que “militó a favor del absolutismo de Fernando VII y fue miembro del llamado grupo de los persas, que apoyaban las ideas ultramontanas del indeseable rey Deseado”, escribe Rodríguez en su obra.

La edificación, un bloque cúbico con capilla adosada, tuvo una hermosa galería. Del templo queda en pie la espadaña de sillar que se alza entre la maleza. El palacio de Cañe fue incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, con la categoría de Edificio Inventariado, una catalogación que, como en otros muchos casos, no ha evitado la situación de deterioro del inmueble.

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