Llanera se consolida como el gran referente ganadero del norte de España en primavera. La feria de San Isidro ha vuelto tras dos años de parón por el covid y lo ha hecho a lo grande, con récord de visitas, de transacciones y de animales. Todo ello en dos días de excepcional buen tiempo que llevó al concejo a personas de toda Asturias y de varias provincias aledañas. 

En esta edición se han dado cita en el recinto ferial de Ables unas 7.500 cabezas de ganado y la organización calcula que más de 15.000 personas han pasado por ella durante el fin de semana, aunque probablemente hayan sido más. Los prados habilitados para aparcar se quedaron pequeños ya a primeras horas de la mañana y lo que más ha llamado la atención a los asistentes ha sido la organización. “Es de lujo, da gusto ir a un evento tan multitudinario y que esté todo tan bien planificado”, sentenciaba José Blanco, de Sariego.

Las transacciones también han sido un éxito. Se vendió el cien por cien del ganado equino, a precios muy elevados. Como explicaba el director técnico de la feria, Eliseo López, “no hay bastante equino disponible para cubrir el potencial de compra que existe actualmente. El de carne tiene una cotización alta y esto provoca que el de vida no tenga techo”. López destacó, además, la presencia de caballos sementales del condado de Treviño, de Reinosa y de Huesca, junto con ejemplares de casi todos los concejos de Asturias. Operadores franceses y portugueses fueron los que más pagaron por equinos de vida. El caballo más caro vendido para carne alcanzó los 4.000 euros.

En cuanto al vacuno, se vendió el 75 por ciento. “El de carne mantiene altas cotizaciones, mientras que el de vida va más lento”, reflexionaba Eliseo López antes de anunciar una de las transacciones más elevadas: una vaca asturiana de los valles adquirida por el ganadero allandés “Pichicas” a Juan de Castañeo que alcanzó los 3.250 euros. Además, destacaron las transacciones de parejas de bueyes, en las que se llegó a vender una por más de 15.000 euros.

En cuanto a los profesionales de Llanera, vendieron el 75 por ciento de los 150 animales de vacuno procedentes de ganaderías locales que estuvieron este fin de semana en la feria, con lo cual los organizadores han expresado la “máxima satisfacción por parte de los ganaderos locales, que ven en esta feria una herramienta útil para obtener el máximo rendimiento a sus reses”.  

Uno de los grandes atractivos del día, el concurso de arrastre de bueyes, se saldó con la victoria de la pareja de la ganadería de Nini Lamadrid, de Cantabria, frente a los ejemplares del vasco Iñaki Oliden.

El alcalde, Gerardo Sanz, no ocultaba su satisfacción por el resultado de la feria “Estamos encantados, llevábamos desde 2019 sin hacer la feria completa y todo ha sido un éxito, tanto en participación de ganaderos como de público”, indicó el regidor, a la espera de que el próximo fin de semana se celebre el mercado tradicional y la comida en la calle.