Restos arqueológicos de diversas épocas o el patrimonio arquitectónico de varios siglos atrás dan fe de que Llanera es un municipio con mucha historia que ha dejado su huella en el territorio. Son casi una treintena de inmuebles los que figuran en el Inventario de Patrimonio Cultural del Principado. También hay 19 bienes arqueológicos, entre ellos castros como los de la Cogolla de Severies, materiales líticos como los de Santufirme o los hallazgos de la Ería de La Castañera, donde recientemente se ha iniciado una nueva campaña de excavaciones en Lucus Asturum para avanzar en el conocimiento del emplazamiento romano que suscita un gran interés arqueológico. No se queda atrás el concejo en lo que respecta a la presencia de patrimonio cuya relevancia ha merecido la calificación de Bien de Interés Cultural (BIC). En este caso, son tres las edificaciones de notabílisimo interés que son la joya de la corona. Se trata de dos palacios, el de Villabona y el de Villanueva, y de la iglesia de Santiago de Arlós.

Vista de la iglesia de Santiago de Arlos A. Ll.

Todos ellos se encuentran en parajes naturales de gran belleza que sorprenderán al visitante y cada uno tiene un relato preciso lleno de singularidades que merece la pena conocer. El templo de Arlós, BIC con la categoría de monumento desde 2006, es un ejemplo relevante de la denominada arquitectura románica rural asturiana y está enclavado sobre una elevación del terreno que domina la vista sobre las extensas praderías y pequeñas localidades a su alrededor.

"La iglesia fue donada por el obispo de Oviedo Martín II al monasterio de San Vicente de Oviedo el día 13 de abril del año 1151, lo que ha llevado a diversos autores a confirmar esta fecha como la de su construcción, dentro de la fase del románico pleno. Sin embargo la profesora Álvarez Martínez lo clasifica como obra arcaizante perteneciente a la decimotercera centuria, con influencia del estilo ovetense y parentesco en los detalles iconográficos representados en las iglesias de Serín (Gijón) y Valliniello (Avilés)", señala el expediente de Patrimonio sobre el inmueble.

Detalle de uno de los capiteles de la iglesia A. Ll.

La visita a Arlós para conocerlo no defrauda. Aunque a primera vista el templo parece sencillo, la portada de profusa decoración del exterior, el arco y los capiteles con multitud de formas y motivos son dignos de ver. "Destacan los capiteles y la decoración en las roscas de los arcos de la portada, del arco de triunfo y de la ventana absidial, por estar ejecutados con gran maestría y se relacionan con el taller ovetense. En ellos se describen caballeros con halcones, pájaros afrontados, leones y abundante decoración fitomórfica, así como círculos, semicírculos y dientes de sierra, creando un espacio decorativo recargado", señala el expediente que condujo a su declaración como Bien de Interés Cultural.

Portada del tempo A. Ll.

También el palacio de Villabona es uno de los tesoros del municipio. Construido en el siglo XVII, fue la familia Alonso de Villabona, una de las de mayor linaje del concejo en la época, quien ordenó que fuera levantado. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1982, monumento histórico-artístico de carácter nacional entonces, según terminología utilizada en el Boletín Oficial del Estado en el que se publicó la resolución. Sobre la fachada se ha escrito que es atribuida por algunos autores a Juan de Naveda, que trabajó en la girola de la Catedral de Oviedo, según refiere Ramón Rodríguez en su libro sobre Llanera editado por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). En esta fachada hay una portada románica, que anteriormente estuvo integrada en el muro que cierra la fábrica, "procede de la iglesia del monasterio de Santa Clara, de Oviedo, y fue colocada ahí tras una remodelación que tuvo lugar en 1986".

Palacio de Villanueva A. Ll.

El listado de los BIC de Llanera lo completa el Palacio de Villanueva, declarado como tal en 1995 y cuyos orígenes datan en el siglo XVII. Ubicado en San Cucao, es una construcción imponente que merece la pena contemplar desde distintas perspectivas. La propuesta de rodearlo a pie y conocer de paso la localidad que le da nombre es además una opción para disfrutar de verdes parajes y de una de las zonas rurales de gran belleza de Llanera.