La última campaña de alcohol y drogas de la DGT ya lo evidenció el pasado mes de agosto: aumenta el consumo de drogas y alcohol entre los conductores asturianos. También los sancionados, como ya dejó claro el informe de multas del año 2021 elaborado por Automovilistas Europeos Asociados. Este miércoles, el control de alcohol y drogas con motivo de la campaña "No corras, no bebas... no cambies de ruedas" que realiza todos los años la Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades física (ASPAYM) corroboró de forma práctica la tendencia: solo en media hora fueron descubiertos dos conductores que habían tomado drogas. Uno de ellos tuvo que dejar su vehículo en una de las gasolineras gemelas de Pruvia (Llanera), en la carretera de Lugones (Siero) a Porceyo (Gijón), y marcharse andando. El otro, conductor de una furgoneta de reparto, tuvo que ser sustituido por su compañero para que el vehículo continuase la marcha. En ambos casos se remitirán muestras para un segundo análisis y descartar falsos positivos.

La campaña, sin embargo, tenía otro objetivo, "recordar que los malos conductores tienen consecuencias muy graves, que se destrozan vidas a lo tonto, que el alcohol y las drogas son incompatibles con la conducción", indicó Eduardo Llano, presidente de ASPAYM Asturias, parapléjico a consecuencia de un grave accidente provocado por un conductor ebrio. Y añadió: "Ya van 16 años que estamos aquí. Salimos de la pandemia pero no hemos aprendido, y los fallecidos por accidente en Asturias han subido un 13 por ciento más de muertos que en 2019, un 6 por ciento a nivel nacional". Efectivamente, Asturias registraba, a 6 de septiembre, 17 víctimas mortales, frente a las 7 de 2021 y las 15 de 2019. "El 80 por ciento de los accidentes son culpa de los conductores. Frente a eso, nuestro mensaje es que hacerlo bien tiene recompensa, que es llegar vivo a casa". Llano remarcó que no son precisamente los jóvenes quienes más mueren en la carretera, siendo la franja de entre 40 y 50 años la más afectada. El presidente de ASPAYM desgranó las sobrecogedoras consecuencias de los accidentes de tráfico: " En el último año ha habido 800 nuevos parapléjicos, 1.200 traumatismos craneo encefálicos y 150 amputados".

Junto a Llano, participaron en la campaña de este miércoles otros dos miembros de ASPAYM, uno de ellos el avilesino residente en Oviedo Gonzalo García, de 48 años, que quedó hemipléjico (con una mitad del cuerpo paralizada) con 34 en un accidente de quad provocado por un ictus. "Me empotré contra un camión. Estuve cuatro meses en coma y otros cuatro de rehabilitación. En total estuve un año en silla de ruedas. Pude evitarlo, pero no hice caso de los síntomas", explicó. Mareos, somnolencia, una mano adormecida... Divorciado, padre de una hija de 17 años, se pregunta que "quién quiere estar con un minusválido". Su mensaje a los conductores no puede ser más claro: "Hay que ponerse el cinturón, aunque sea un trayecto corto. No hay que probar el alcohol cuando se va a conducir. Hay que ser conscientes de que el coche es un arma de destrucción masiva que pesa más de 2.000 kilos. Hay que estar a lo que hay que estar". También participó en la campaña José Luis Álvarez Blanco, de 69 años, parapléjico desde hace 23. En su caso, sufrió una caída de un tejado mientras estaba trabajando. Verse reducido a una silla de ruedas le sumió en el miedo y la indecisión, pero con la familia salió adelante. Y denuncia que "aún hay muchas barreras arquitectónicas, incluso en edificios oficiales". Luis Valdés Valdés, jefe del Servicio de Formación y Seguridad Vial de la Jefatura de Tráfico de Oviedo, llamó la atención sobre el incremento de víctimas mortales en las carreteras asturianas este años, sobre todo las convencionales, debido sobre todo a despistes, como el uso del móvil.

En cuanto a los conductores, que tras realizar una prueba de alcoholemia charlaban un rato con los tres discapacitados de ASPAYM, se mostraron encantados con la campaña. José Díaz, de Llanera, se mostró de acuerdo con concienciar, pero también pidió "mirar por las carreteras, no estamos en los años ochenta y noventa, y algunas están en mal estado, con muy baja visibilidad". El motorista Luis Javier Álvarez dijo que estas campañas eran positivas, aunque "sería mejor hacerlas a las ocho de la tarde de un viernes, cuando la gente sale de fiesta, no creo que a estas horas del mediodía haya mucha gente bebida". Efectivamente, el control demostró que no había ningún conductor ebrio, pero sí dos que habían tomado drogas.