La pequeña Imán Bemberien escuchaba ayer con ojos muy abiertos las indicaciones de un voluntario de Protección Civil de Llanera, quien explicaba con un muñeco lo que hay que hacer si alguien pierde el conocimiento: "Está muy malito, no responde, le pellizcáis y no se mueve, así que tenéis que entrelazar las manos y apretar fuerte para, luego, ponerle ventilación con esta máscara". "No es difícil, voy a probar", aseguraba convencida la niña, de siete años, aunque lo que verdad estaba esperando era "el chocolate con churros", desveló con picardía.

Imán fue una de los cientos de pequeños que a lo largo de la tarde de ayer pasaron por el Polideportivo de Lugo para disfrutar del Día Universal de los Derechos de la Infancia, una jornada dedicada al juego y el aprendizaje con diferentes espacios dedicados a cada uno de los derechos de los niños.

Hubo ocho "rincones" dedicados al derecho al juego, con una ludoteca para niños a partir de un año e hinchables, así como un espacio para recordar el derecho a un medio ambiente más sostenible, con juegos antiguos con material reciclado y de madera. "A mí fue el que más me gustó", confesaba Inés López, acompañada por sus amigas Noa Menéndez (que ya había disfrutado de las actividades en años anteriores), Nora Fanjul y Lucía Paniagua.

Todas ellas lucían orgullosas las pegatinas acreditativas de haber pasado por todos los rincones. En el del derecho a la salud y los servicios sanitarios se ofreció a los niños la oportunidad de hacer un taller de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar, además de un taller en higiene bucal y saludable para aprender a cepillarse los dientes de forma correcta con una boca gigante que hizo las delicias de los pequeños. En el rincón del derecho a la alimentación los asistentes se formaron sobre la materia con un taller a cargo de Supermercados Más y Más, elaborando brochetas de fruta fresca

En el del derecho a la libertad de expresión elaboraron "El árbol de tus derechos" con dibujos hechos por ellos mismos. El derecho a la identidad se abordó desde el taller "Ciencia de la identidad", enseñando a los pequeños las técnicas de extracción de ADN, y el de la participación en la vida municipal estuvo dirigido por integrantes de los grupos de participación infantil y adolescente de Llanera. En el espacio dedicado a los derechos a la integración y protección a niños y niñas con diversidad funcional, los voluntarios de la Asociación Llanera sin Barreras enseñaron las dificultades de su día a día, sorteando en silla de ruedas rampas y obstáculos. Fue, como señalaba la edil de Infancia, Susana García, "todo un éxito", culminado por un reparto masivo de chocolate con churros.