La Asociación de Vecinos de Pruvia respalda las críticas al párroco y reclama su traslado: "Hay problemas desde hace años"

"A ver si podemos dar salida a este asunto morrocotudo", afirma el presidente del colectivo, Manuel Valcárcel

Los feligreses en la manifestación del pasado domingo.

Los feligreses en la manifestación del pasado domingo. / Luján Palacios

La Asociación de Vecinos de Pruvia, en Llanera, ha solicitado una reunión con la Vicaria Episcopal de Oviedo-Centro del Arzobispado de Oviedo para buscar una solución a los problemas surgidos en la parroquia de Santiago, donde decenas de feligreses piden la marcha "inmediata" del párroco, Juan Carrio, alegando que incumple sus obligaciones pastorales. Señalan que no atiende los oficios religiosos como funerales, bautizos y misas, a los que no se presenta o llega tarde en ocasiones. Una situación que ha llevado a los feligreses a manifestarse el pasado domingo para exigir su retirada. Por ello, el colectivo vecinal se ha dispuesto como intermediario en aras de encontrar una salida a esta complicada situación que tiene a los vecinos "hartos".

"Estamos pendientes de poner fecha a la reunión con la Vicaría del centro, que podría ser el próximo lunes, para ver si podemos dar salida a este asunto morrocotudo porque es evidente que hay problemas con el cura desde hace años y lo sabe todo el mundo. Los hechos son ciertos", señala Manuel Valcárcel, presidente del colectivo. Comenta también que ha recibido quejas constantes de los vecinos durante los últimos años ante la labor pastoral del sacerdote en la parroquia llanerense, donde lleva destinado más de una década.

La asociación se solidariza con los afectados, tanto los feligreses como aquellos vecinos que se quedaron "colgados" a las puertas de la iglesia en funerales o bautizos. Es el caso de Yolanda Fernández Noval, quien lleva un tiempo sin acudir a la parroquia tras un problema con el cura. "Encargué el aniversario de mi tía y vino gente desde Galicia y La Felguera y el párroco no se presentó, estuvimos más de dos horas esperando en la iglesia, le dejamos un papel por debajo de la puerta con un teléfono, nos llama y nos dice que se le fue y que lo hace otro día pero eso no nos vale", explica. Desde ese momento, Fernández dejó de acudir al templo local por la actitud "impresentable" del religioso. "El otro día había un funeral y no apareció, dijo que se le habían pinchado las ruedas, que tuvo que llamar a la grúa pero nos dijo que no pudo avisar porque no tenía teléfono pero, curiosamente, sí lo tenía para llamar a la grúa. Siempre tiene algún problema y son todo mentiras", alega la mujer. También detalla que una familia de Pruvia acudió a bautizar a un hijo pero tuvieron que marcharse al banquete sin haber cristianado al bebé. "Llevamos años aguantando lo que no está escrito y el otro día cuando no se presentó al entierro ya fue la gota que colmó el vaso", subraya Fernández.

Los vecinos tienen un cabreo monumental y, por ello, organizaron una manifestación para pedir la salida de este sacerdote de la parroquia de Pruvia el pasado domingo. Una jornada en la que, precisamente, el cura tampoco se presentó a la misa dominical. Una ausencia que justificó en un cartel colgado en la puerta de la iglesia explicando que el oficio se había adelantado al sábado y que quien deseara asistir a la misa podría hacerlo en La Fresneda (Siero). En el comunicado también señala que próximamente se anunciaría la vuelta a los horarios normales de la eucaristía, sin más explicación acerca de este cambio.

"Lo que pasó el otro día es de vergüenza, nosotros lo único que queremos es que se solucione todo bien porque él cambie de actitud o bien que el Arzobispado lo traslade a otro sitio, ya que no parece que tenga mucha intención de portarse bien", señala Santiago Pérez, otro de los vecinos afectados. "Si la Iglesia no hace nada, parece que tiene mal arreglo", concluye.