El instituto de Llanera es pura magia: El grupo de la biblioteca anima el recreo con un taller de varitas de Harry Potter

Mucha magia. Es lo que hubo ayer al recreo en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de Llanera, en Posada, donde el grupo de la niblioteca organizó un taller de varitas y pócimas mágicas en torno al personaje literario y cinematográfico de Harry Potter. Una animada sesión de creación artística con la que el alumnado dinamiza con actividades todos los meses los tiempos de descanso de los estudiantes. "Es una forma de quitarle monotonía", destacó Naya Rodríguez, integrante de la agrupación y alumna de primero de ESO.

El grupo de la biblioteca lo preparó todo a conciencia. Decoraron con la gama de colores de la saga el aula, donde además pusieron una mesa con diversas decoraciones, dulces y los libros de la autora británica J. K. Rowling. "La idea del taller fue de nuestra profesora, Raquel Rodríguez, y a nosotros nos pareció genial, porque nos gusta mucho a todos Harry Potter y pensamos en dar una experiencia mágica a la biblioteca", explicó Iris Fernández, estudiante de segundo de Bachiller y una de las fundadoras del grupo hace dos años. El próximo curso ya no estará en el centro educativo pero deja la organización en buenas manos, ya que los nuevos alumnos se van integrando en el clan de la biblioteca. Una experiencia de la que sus docentes están muy orgullosos y quieren poner en valor por "el trabajo importante" que realizan para nutrir de actividades extraescolares el centro educativo, teniendo la cultura como baluarte. "Siempre procuramos que los talleres coincidan con eventos relevantes o efemérides", detalló Lola García.

Los alumnos aprovecharon el recreo para participar en la sesión de manualidades, que consistió en crear varitas mágicas como las que usan Harry Potter y sus amigos en sus andanzas y aventuras. Para ello, usaron madera como base y adornos de hilos metálicos, cintas de tela o pompones. También elaboraron pócimas y regalaron a todos los participantes marcapáginas inspirados en el mundo mágico de la saga que ha conquistado a millones de lectores en todo el mundo.

Ninguno se fue sin la reproducción dulce de las bolas voladoras, conocidas como "golden snitch", que usan los aprendices de mago en los libros cuando disputan partidos de quidditch. Por suerte eran bombones de chocolate y avellanas. "Siempre nos gusta tener algo que sorprenda", afirma García.

El grupo de la biblioteca se pondrá la próxima semana ya a pensar en el nuevo taller que organizará para entretener de manera lúdica a sus compañeros. Algo de lo que saben mucho en el instituto de Llanera, donde durante los recreos estudiantes y profesores juegan al ajedrez mediante rondas a través de un torneo. También se pueden jugar partidas sueltas o disfrutar del ambiente que se genera.