Un camino entre pucheros

La receta de los callos de La Vega (Llanera) cumple 60 años: descubre dónde comerlos

El bar sidrería que lleva el nombre del pueblo de Villabona donde se localiza es un clásico de la cocina tradicional donde destacan también otras elaboraciones como el pote asturiano, el repollo relleno, el pitu caleya con patatinos o el cordero guisado

Por la izquierda José Aurelio Rodríguez, Rodica Sipos y Francisco Álvarez, tras la barra del bar.

Por la izquierda José Aurelio Rodríguez, Rodica Sipos y Francisco Álvarez, tras la barra del bar. / Ana Paz Paredes

El bar sidrería La Vega, en la localidad del mismo nombre en Villabona (Llanera), no ha perdido la esencia con la que nació, la de bar de pueblo donde el buen trato y la cocina tradicional forjan su historia y la mantienen viva. Como ha hecho a lo largo de todos estos años José Aurelio Rodríguez Rodríguez, un «chigreru de raza», de los que ya quedan pocos, junto con su yerno, Francisco Álvarez, que en trato y en experiencia hostelera va a la par con su suegro. Es Francisco quien dirige el local desde que Aurelio se jubiló, aunque este último está siempre por allí, charlando con sus parroquianos de siempre, que son muchos y fieles.

Callos, uno de los platos señeros del local, que se acompañan de patatas fritas.

Callos, uno de los platos señeros del local, que se acompañan de patatas fritas.

«Este lugar es la historia de mis padres, Argentina y Eloy, y la mía. Ellos abrieron primero un bar pequeñín aquí en La Vega y cuando los callos y los potajes de mi madre cobraron fama, se quedó pequeño. Compramos este terreno y levantamos el actual, que con los años ha pasado por varias ampliaciones», explica con emoción este hostelero para quien los 50 años al frente del negocio le pasaron como en un suspiro. La Vega tiene público de todas las edades; desde peñas de mayores hasta jóvenes que, al atardecer, se reúnen en el merendero.

José Aurelio Rodríguez posa junto a una imagen de sus padres, una foto que se muestra en la barra.

José Aurelio Rodríguez posa junto a una imagen de sus padres, una foto que se muestra en la barra. / Ana Paz Paredes

Además del comedor en la zona del chigre, tiene otro en otra terraza cubierta y luminosa, así como una terraza abierta donde es un gusto beber unas sidras y picotear algo.

El repollo relleno es una de las especialidades de Rodica Sipos, la cocinera.

El repollo relleno es una de las especialidades de Rodica Sipos, la cocinera.

Ofrecen un menú semanal y otro más especial llegado el fin de semana. En este último, y por 18 euros, se pueden comer elaboraciones tan apetecibles como los callos –cuya receta, de la madre de Aurelio que ya los hacía 60 años atrás, ha sabido recoger muy bien la cocinera Rodica Sipos–, ademas de pote asturiano, salpicón de marisco, ensaladilla rusa, carrilleras, cordero guisado, pitu caleya con patatinos, cachopo, bacalao con pisto o su famoso repollo relleno. Y de postre, nada mejor que un buen arroz con leche con azúcar requemadín.

Arroz con leche con azúcar requemado.

Arroz con leche con azúcar requemado.

Los que prefieren ir de picoteo tiene una carta generosa donde no faltan, por ejemplo, tablas de quesos o de embutidos; tortilla de patata, varios revueltos, la ensalada mixta con gula o la de cecina y queso, o bien sus patatas en varias salsas. También hay chorizos a la sidra, croquetas y entremeses calientes, junto con varios platos combinados donde triunfa el de la abuela, además de varios tipos de bocadillos.

Cierran los jueves por descanso. Durante el fin de semana se recomienda reservar en el 985779013.

Por la izquierda Francisco Álvarez, Rodica Sipos y José Aurelio Rodríguez, en el pequeño puentín que une el local con la zona de merendero.

Por la izquierda Francisco Álvarez, Rodica Sipos y José Aurelio Rodríguez, en el pequeño puentín que une el local con la zona de merendero.

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