Ruben Campa echa los mejores culetes de Llanera: "Aprendí en el negocio de forma autodidacta y fui perfeccionando a base de consejos"

El escanciador de "La Bolera", en Lugo, está en el Top 10 del campeonato regional

Rubén Campa Solís con una botella y vaso de sidra.

Rubén Campa Solís con una botella y vaso de sidra. / S. Arias

S. Arias

Llanera tiene a uno de los mejores echadores de sidra del Principado. Rubén Campa Solís está en el top 10 del campeonato regional que impulsa la Asociación de Escanciadores de Sidra de Asturias. En 2022 terminó en la octava plaza y este año la mantiene, empatado a puntos con el séptimo clasificado con las ganas y la ilusión de escalar puestos.

“Es muy difícil, porque la gente es muy buena, no hay ninguno flojo. Es complicado porque cada año hay más nivel y cada vez se preparan más para los concursos”, comenta el escanciador, del restaurante “La Bolera” de Lugo de Llanera.

Lleva veinte años en el negocio familiar y desde el primer día se puso a escanciar hasta que en 2015 se presentó al concurso de San Isidro de Lugo, en la categoría local, que le abrió las puertas a la competición de escanciado. “Me picó el gusanillo y en 2017 hice todos los concursos”, recuerda. De hecho, este año fue uno de los participantes en el Mundial de Escanciado que se celebró en el marco del Salón Gourmet, en Madrid.

“Aprendí aquí en el negocio de forma autodidacta y luego fui perfeccionando con los consejos que te va dando el jurado cuando empiezas”, señala. La práctica la hace todos los días en su establecimiento, con un concurrido merendero donde la sidra corre a raudales.

En los concursos, Campa procura siempre estar tranquilo para afrontar la competición: “Eso aún me cuesta, tengo que controlar los nervios porque cuando te subes al escenario, con seis personas del jurado mirándote al milímetro afecta”. Y la técnica es siempre la misma. “Brazo derecho bien estirado formando una línea recta con el cuerpo, el vaso al centro y cuando empieza a caer que sea un chorro firme, que no se entrecorte y que rompa bien en el borde del vaso”, explica.

En las competiciones tienen 70 segundos para escanciar la botella entera “y si te pasas o lo haces en 65 segundos, resta”, detalla. El objetivo es conseguir los culetes con 100 mililitros “o lo más cerca posible porque también penaliza”. Campa destaca que influye mucho la temperatura de la sidra para clavar los culetes.

Rubén Campa escancia un culín de sidra.

Rubén Campa escancia un culín de sidra. / S. Arias

Este 2022 ya ha afrontado las primeras cuatro pruebas del total de 22 concursos que habrá a lo largo de 2023. Estuvo en La Felguera, Tazones (Villaviciosa), Lugo de Llanera y Cabranes. La siguiente prueba será en el marco de las fiestas de San Juan de Mieres. “Vamos a ver cómo va el año porque es realmente complicado por el nivel, uno que un día queda noveno puede ser el segundo a la siguiente”, comenta.

Y precisamente guarda un gran recuerdo del concurso celebrado en Lugo por San Isidro el pasado mes de mayo, en el que quedó quinto, y se llevó una gran ovación del público local en cada uno de los cuatro culetes con 100 mililitros que se marcó.

Su participación en los concursos le ha hecho muy conocido entre los amantes de la sidra, creando una clientela fija de asturianos de todas partes que acuden al negocio a tomar un culete escanciado por Campa.  “Vienen para que les eche yo la sidra y les mola porque aquí la echamos bien”, celebra.

El escanciador cree que los concursos de escanciado están revalorizando la sidra y la forma única y singular de servirla. “Se está notando y si los productores y llagareros se esfuerzan, en las sidrerías también lo tenemos que hacer”, opina.