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Santa Cruz, historia alfarera, cuna de la cerámica de Villayo y la artesanía de los puchereros

La localidad, en una zona rural de espectaculares paisajes, cuenta con notable patrimonio etnográfico de hórreos y paneras

Santa Cruz (Llanera)

Cerca de todo, pero en medio de la naturaleza y la tranquilidad de la zona rural de Llanera. La parroquia de Santa Cruz es un mar verde de praderías y patrimonio etnográfico que además guarda un tesoro, la historia de la cerámica negra de los puchereros de Villayo, una producción que dio paso luego en la industrialización a varias tejeras que dejaron tras de sí vestigios como la chimenea de La Sierra.

“Los alfareros de Faro pasaban por aquí de camino a Grado, Avilés y Pravia y se fijaron que había una zona buena de barro en La Vereda. El pozo era muy bueno, pero era muy costoso el transporte y lo dejaron. Entonces, los vecinos se enteraron y empezaron ellos a trabajar siguiendo las recomendaciones de los artesanos de Faro y así surgieron los olleros o puchereros de Villayo”, cuenta Ángel Sánchez, presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Cruz.

Chimenea de la antigua tejera La Sierra.

Chimenea de la antigua tejera La Sierra. / Sara Arias

Desde mediados del siglo XVIII hasta principios del XX esta artesanía creó la conocida cerámica negra de Villayo dejando relevantes piezas como jarras, pucheros, ferideras para hacer mantequilla y ollas para almacenar comida, entre otros objetos de uso diario y popular. Con el paso del tiempo y la llegada de la industrialización, se construyeron en la parroquia tejeras con las que se aumentó la producción como La Sierra, de la que quedan restos, La Sierruca y Montellar.

La cerámica negra de Villayo se caracteriza porque los hornos que se usaban para cocer el barro eran comunales, empleados por todos los vecinos, que también trabajaban en andechas. Para el transporte utilizaban un "forcáu", una horquilla de cuyas puntas colgaban los pucheros, o también un sistema con cuerdas muy tensas. "Tenían una manera de hacerlo para que no les rompieran los cacharros", detaca Sánchez, quien añade que también los llevaban en cestos, conocidos como goxos.

Cerámica local expuesta en la Casa de Cultura de Posada de Llanera.

Cerámica local expuesta en la Casa de Cultura de Posada de Llanera. / P. T.

“También se mandaba en carros el barro a la comarca de Avilés y a la fábrica de Cerámicas Guisasola en Cayés porque había muchos pozos de barro, pero esto es consecuencia posterior a los puchereros”, explica el presidente de la parroquia, en la que se integran los núcleos de Fanes, La Granda, Santa Cruz, Villayo y Anduerga, que antaño fue la capital de esta parroquia rural.

Panera de Casa

Panera de Casa El Condín. / Sara Arias

En sus tierras se encuentran grandes caseríos, algunos aún con gran actividad agroganadera, que muestran importantes ejemplos de la arquitectura tradicional como el hórreo de Casa Golmaire, en Villayo, que es el más antiguo de la parroquia, con más de 400 años.

José Manuel Rodríguez junto al hórreo de más de 400 años de Villayo.

José Manuel Rodríguez junto al hórreo de más de 400 años de Villayo. / Sara Arias

O la panera de Casa El Cabo, en Santa Cruz, uno de los ejemplos más singulares hallados en el concejo al contar con una elaborada talla en la colondra central. El inmueble, del último tercio del siglo XVIII, es obra del taller de Salvador Pérez. También muestra un añadido posterior que se utilizó en su tiempo para curar el embutido conocido como San Martín.

La sierra de Faidiello y el pico Gorfolí.

La sierra de Faidiello y el pico Gorfolí. / Sara Arias

Santa Cruz también se distingue ser la parroquia en la que se encuentra el techo de Llanera. Si bien es conocido como pico Gorfolí, el llanerense y director del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), Ramón Rodríguez, señala en una de sus publicaciones que se trata de una confusión. Explica que el punto de máxima altura del municipio se da en la sierra de Faidiello, en divisoria con el concejo de Illas, con el Pedregalón o Friera a 623 metros de altura.

Sin embargo, desde hace algunos años se le llama erróneamente Gorfolí, "nombre que corresponde en realidad a un pico de 586 metros, situado íntegramente en Llanera, al que algunos mapas recientes adjudican el nombre de monte Campanal, situado cerca del Campu la Liebre, este de 536 metros". 

Un grupo de casas de la parroquia.

Un grupo de casas de la parroquia. / Sara Arias

"Desde la pandemia sube mucha gente, antes no tanto, empezó todo después del confinamiento aunque es difícil subir porque no tiene senda", explica el presidente de la entidad vecinal sobre el pico de mayor altura del concejo en la sierra de Faidiello. Además de este recorrido, la parroquia cuenta con otros caminos en medio de la naturaleza como la Ruta de la Cerámica, que es circular y recorre toda la parroquia, donde también se encuentran ejemplos de patrimonio religioso.

Son la iglesia, en Santa Cruz, que data del siglo XVIII aunque fue reformada en el XIX. Un lugar lleno de cultura pues es una de las sedes habituales de los conciertos de La Coralina de Santa Cruz, un grupo de voces mixtas del que presume la entidad vecinal. "Dan muchos conciertos por fuera de Asturias, son muy buenos", dice Sánchez.

Capilla de la Virgen de los Afanes.

Capilla de la Virgen de los Afanes. / Sara Arias

En la parroquia también se halla la capilla de la Virgen de los Afanes, de la que hay una simpática copla relacionada con la desaparición de la talla de Nuestra Señora de los Afanes en 1937 que dice: “La Virgen de Fanes dice que la saquen de Villayo/ que le duele la cabeza de oír machacar el barro”.

Junto a la coqueta capilla, que los vecinos van reparando poco a poco, se encuentra una destacada casona indiana conocida como Ca El Condín, con una preciosa y enorme panera al lado, que muestra algunas partes policromadas. Además, la vivienda se encuentra en proceso de reforma dando cuenta del interés de los dueños por conservar la propiedad solariega.

Casa El Condín en Santa Cruz de Llanera.

Casa El Condín en Santa Cruz de Llanera. / Sara Arias

“Hay algo también de construcción nueva en la parroquia, pero podría haber más vecinos porque hay un montón de casas sin habitantes que se pueden arreglar, es un sitio tranquilo pero al mismo tiempo estamos muy bien comunicados con Posada, Oviedo, Avilés y Grado. La gente que viene está muy contenta”, señala Sánchez, quien anima a las familias jóvenes a conocer este territorio de Llanera ubicado en el corazón de su zona rural. 

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