Llanera es arte

Nati Rodríguez, la modista de disfraces que tiene tomada la medida a los Exconxuraos

La llanerense realizó los trajes de los osos "Yogui" y Bubú" que protagonizaron una campaña publicitaria del Principado

Nati Rodríguez, ataviada con prendas de época medieval, entre algunos de los trajes que ha confeccionado. | L. P.

Nati Rodríguez, ataviada con prendas de época medieval, entre algunos de los trajes que ha confeccionado. | L. P.

Luján Palacios

Casi toda su vida ha pasado por el ojo de una aguja, enredada en hilos y brocados, sedas y terciopelos, aderezos y complementos. Nati Rodríguez, alma de "Disfraces Nati", puede presumir de haber vestido a miles de personas en ocasiones diferentes, y de forma muy especial para la gran fiesta de los Exconxuraos de Llanera: damas, princesas, caballeros y pajes han tomado vida gracias a su buen hacer y excelente gusto.

Aunque empezó como tapicera, gran parte de su vida laboral se ha desarrollado como modista, cuando decidió poner en marcha en Posada en el año 2002 un negocio que ha alcanzado fama nacional. Porque de su taller han salido creaciones con destino a toda Asturias, a varias comunidades del norte de España y hasta a dos destinos internacionales: Las Vegas ( EE UU) y México, aunque en esta última ocasión fuera por una confusión con el equipaje. De lo que sí está segura es de haber vestido a toda cabalgata, desfile, concurso de carnaval, feria de abril, función escolar o fiesta medieval que se precie, con más de 1.500 trajes confeccionados a mano con mimo y muchísimas horas de trabajo.

Aunque produce de todo, NatiRodríguez está especializada en el mundo medieval, para el que encuentra inspiración en "libros y estudios que he hecho", y también en "Pinterest".

Cuando llega julio, su tienda queda "arrasada", porque son cientos, y "cada vez más", las personas que se visten de época para asistir a la cena de los Exconxuraos. Es el momento más fuerte de trabajo del año. Porque atrás se han quedado los carnavales de antaño, como explica. "La gente quería vestir cosas de calidad, ahora muchos optan por ir al chino y comprar un producto que si se rompe, se tira y no pasa nada, ya que son productos aptos para todo tipo de economías. Aquí un disfraz sale mucho más caro", reconoce. Antes, la gente pedía cosas específicas en su negocio, a demanda, "pero he dejado de hacerlo, porque es mucho trabajo y tampoco puedes cobrar lo que cuesta". Así que quien desee disfrazase debe ajustarse al catálogo de Nati, pero no tendrá problema en encontrar casi de todo.

A lo largo de los años ha ido acumulando todo tipo de creaciones, y últimamente "estoy vendiendo alguna", indica. Porque mucha gente aspira a tener en propiedad los trajes, de manera especial para los Exconxuraos. Ella, la primera. "Tengo catorce trajes propios y aún me parecen pocos, sigo haciendo cosas", afirma, enfundada en un magnífico traje de princesa con pasamanería. "Me la regaló una amiga y data de la Guerra Civil Española. De hecho, tuve que restaurar algunas partes y medir muy bien para que me cuadrara en el traje", apunta. "Antes hacía trajes para todo el mundo y la que quedaba sin vestir era yo, así que aprendí la lección y el primero que hago es el mío", bromea.

Entre que piensa un modelo, lo diseña, encuentra los tejidos, patrona y cose, pueden pasar de diez días a seis meses. "Ya ha habido casos de un año y medio de espera por las telas que necesitaba", subraya. Porque todo está pensado con esmero y no vale cualquier cosa. Desde la hebilla al botón, pasando por los pendientes que acompañarán a cada vestido, han sido pensados para cada ocasión. A lo largo de sus años de trabajo, la llanerense se ha encontrado con varios encargos que "me hicieron sudar", pero el más difícil, sin duda, fue el que recibió del Principado, para dar vida a los osos "Yogui" y "Bubú" para una campaña turística de hace años. "Fueron muchísimas horas para dar con la forma, poder hacer el traje que se pudiera llevar, que la persona que lo luciera estuviera cómoda. Hicimos las manos, los pies con uñas, y la cabeza fue lo más complicado de todo. Al final, nos dieron la enhorabuena y fue una gran satisfacción", sostiene Nati Rodríguez orgullosa de aquel trabajo. Suya es también la mascota bateadora de Navelgas, "Pinchín", para la que se inspiró en el Espinete de Barrio Sésamo.

Creadora de todos los trajes Disney habidos y por haber, de sevillana, de todas las damas y princesas de la corte, con el paso de los años ha ido combinando su trabajo en el taller con el de monitora de costura en cursos municipales. En ellos enseña a otros a seguir su arte y presume de haber hecho los atuendos de la Regenta o de Alfonso II. "Ser autónomo en esto es complicado, hay fechas de mucho apuro y otras menos”, indica. Pero ella seguirá aguja en mano para dar forma al sueño de ser, aunque sea por unas horas, otra persona, llena de brillo y magia.

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