El puente medieval de Fonciello luce en todo su esplendor: la restauración de una "joya" arquitectónica y sentimental de Llanera

El Ayuntamiento ha llevado a cabo tareas de limpieza, desbroce y mantenimiento de la infraestructura

Operarios durante los trabajos de limpieza y desbroce del puente medieval de Fonciello, en Llanera.

Operarios durante los trabajos de limpieza y desbroce del puente medieval de Fonciello, en Llanera. / A. J. C.

Lucía Rodríguez

Fonciello (Llanera)

Pocos vecinos de Llanera saben que en la parroquia de Fonciello existe un puente medieval. Estos pasos hablan de antiguas vías romanas, como la que viniendo de Asturica Augusta (Astorga) cruzaba el Nora por el Puente Vieyu de Lugones para dirigirse a Lucus Asturum (Lugo de Llanera). Ahora, la infraestructura luce un nuevo aspecto después de que el Ayuntamiento haya llevado a cabo las tareas de limpieza y desbroce de una zona que, antiguamente, servía para acceder a las fincas ubicadas en la zona.

La concejala de Obras, Infraestructuras y Servicios Urbanos el Consistorio explica que "esta era una demanda de los vecinos de la zona desde hace ya mucho tiempo". "En ese sentido, hemos intentado responder a la petición dentro de la política que llevamos a cabo desde que accedimos al Gobierno y que es la de mantener los caminos vecinales en las condiciones más adecuadas para que los vecinos puedan disfrutar de ellos, paseando de una manera más segura y tranquila", subraya la edil.

Las tareas de limpieza y desbroce del puente de Fonciello están incluidas dentro de la partida destinada a las labores de limpieza de caminos del presupuesto municipal de 2024.

Los vecinos de la zona se muestran satisfechos. "Nosotros lo conocíamos como el puente de Barreo y nuestros padres y abuelos utilizaban este paso para ir a la Ería La Piñera, donde tenían fincas", explica Ana de Celis, presidenta de la Asociación de Vecinos de Fonciello y Silvota Pueblo. "En el verano pasaban los carros cargados de hierba por el río y los paisanos se encargaban unos, de mirar que las ruedas cruzaran por el empedrado, y otros les hablaban a las vacas para que no pararan. Era un espectáculo especial para los niños", recuerda.

Para aquellos que ahora rondan los sesenta años, el puente trae recuerdos imposibles de olvidar. "Las niñas todas las tardes de verano lo cruzábamos camino de casa Covadonga Libardón, donde íbamos a coser con nuestro bocadillo en la mano", cuenta. "Cruzábamos un paso a nivel y allí estaba la casilla de Renfe y el pozo de Armando y Gelina en el que casi siempre nos daban agua". 

Es por eso que les hace especial ilusión que el Ayuntamiento de Llanera haya atendido su petición. "La verdad es que hacía mucha falta ese mantenimiento y son ese tipo de recuerdos que queremos trasmitir a nuestros hijos, nietos y a los nuevos vecinos del pueblo", concluye de Celis.

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