Un vuelco de droga, hace cuatro meses, motivó el asesinato a tiros en Lugo de Llanera

El panameño asesinado, que trabajó de portero para un conocido clan rumano de la prostitución, llegó a Asturias el martes para declarar como testigo en un juicio de tráfico de su hijo

El hombre residió durante algunos años en Lugones y pasó varios años en la cárcel, tras ser detenido por tráfico de cocaína

Agentes en el lugar del crimen.

Agentes en el lugar del crimen. / LNE

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Oviedo

La investigación del asesinato de Lugo de Llanera está muy encarrilada y tendrá frutos rápido, según indicó en la mañana de este lunes la Delegada del Gobierno, Adriana Lastra. El crimen fue un ajuste de cuentas por drogas, añadió. Es más, la muerte del panameño de 43 años, cuya identidad se corresponde con las iniciales E. B. R., parece haber sido una venganza por un vuelco de droga cometido hace cuatro meses, en el que la víctima habría traicionado a sus jefes, unos traficantes que tienen un conocido negocio de tapadera. Tras robar la droga, el hombre puso tierra de por medio.

Pero regresó. Fue este martes, día 21, procedente de La Línea de la Concepción, en Cádiz, donde residía últimamente. Vino para declarar como testigo en un juicio de tráfico de su hijo. Se quedó en Asturias unos días y eso fue letal. Este sábado se encontró en Lugones, la localidad en la que había residido en el pasado, con los perjudicados de sus acciones pasadas. Se produjo una fuerte discusión y terminaron separándose. El asesinado, un hombre de gran envergadura, se fue con su coche a Lugo de Llanera, donde tomó algo en un local. Cuando salió, cogió el coche.

Pero al cabo de unos cientos de metros se dio cuenta de que le habían pinchado las ruedas. Al bajarse para cambiarlas, una ranchera blanca se puso a su altura y alguien le disparó hasta cuatro veces desde el interior, matándole casi en el acto.

La víctima pasó unos años en la cárcel por un delito de tráfico de cocaína. Ingresó en 2010 y pasó un tiempo en la UTE, alejándose de las drogas en aquel momento. Por otro lado, llegó a trabajar como portero para un conocido clan de proxenetas rumanos, famosos por su brutalidad, uno de los cuales se ahorcó hace unos meses en prisión. También trabajó en la seguridad dee algunas discotecas y clubes.

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