José Antonio Carracedo, presidente de la Polifónica de Llanera: "Aquí cabe todo el mundo que quiera hacerlo bien"

El presidente de la coral atesora numerosas anécdotas tras 36 años en la formación y advierte. "Necesitamos voces masculinas como el comer"

José Antonio Carracedo,  en la sala de la Casa de Cultura de Posada en la que ensayan. | L. P.

José Antonio Carracedo, en la sala de la Casa de Cultura de Posada en la que ensayan. | L. P.

Luján Palacios

Luján Palacios

José Antonio Carracedo lleva la voz cantante en la Coral Polifónica de Llanera. No en vano, fue uno de sus fundadores, allá por el año 1988, codo con codo con Manolo "el barberu", "el primero que se apuntó", recuerda con una sonrisa. Desde el año 2012 es el presidente de la coral y acaba de ser reelegido para el cargo. "Habrá que seguir", afirma con un guiño.

Corrían a finales de los años ochenta aires de inquietud cultural y fue el propio Ayuntamiento (el acalde era el socialista Justo Suárez) el que impulsó la creación de un grupo coral en el concejo. La respuesta fue muy positiva. En pocos días ya había 20 vecinos dispuestos a dar el do de pecho. Y eso fue solo el principio.

El primer director fue Emilio García, "que era cura, aunque nos enteramos mucho después", rememora Carracedo. Desde el principio, hubo una enorme sintonía entre los miembros del coro, hasta tal punto de que "salíamos a cenar todos juntos los viernes", añade. A inicios de los años noventa alcanzaron su máximo esplendor, con "unos 40 integrantes, ya éramos el doble, y fue cuando empezamos a despegar con actuaciones fuera de Asturias", señala Carracedo. Hubo una fecha clave: la de la llegada del director Luis García Santana, quien dio un nuevo brío al colectivo. "No olvidemos que el 99 por ciento de los que estamos aquí no tenemos conocimientos musicales", apunta, pero "a base de esfuerzo y buen oído todo el mundo puede cantar".

García Santana, de Canarias, estaba en aquellos momentos en el coro de la Ópera de Oviedo y aceptó hacerse cargo de los llanerenses. Todo un acierto. "Fue el alma máter del coro, con él aprendimos y durante diez años hicimos cosas muy grandes y muy buenas, empezamos a salir fuera y cogimos asiento en Asturias", resume Carracedo.

De aquellos años fue también el coro infantil "Pequecantores de Llanera", que empezaron a ejercitarse mientras los mayores cogían vuelo. El monasterio de Monserrat, Igualada, Celanova, Laredo, Calahorra, Ponferrada, Ribadeo, Foz, Medina del Campo, Miranda del Ebro, Monforte de Lemos, Cuéllar, La Coruña, Suances, Cuenca, Córdoba y Zamora fueron escenario de sus primeras actuaciones. Atrás quedaba ya el primer concierto, tras cantar la misa de San Isidro en Posada. En abril de 2002 realizaron su primera salida fuera del territorio nacional, a la localidad portuguesa de Guimaraes, con conciertos internacionales que no olvidan. "Cantamos en Roma para el Papa, estuvimos varios días de la mano del párroco José Julio Velasco y del cardenal Francisco Álvarez, natural de Ferroñes", relata el presidente de la coral. Fue un hito para un grupo nacido de la ilusión, redondeado con otras giras como la que les llevó a Portugal, con actuaciones en Oporto, en Fátima y en el monasterio de los Jerónimos de Lisboa. "No hay provincia que no hayamos visitado, salvo Guipúzcoa", explica Carracedo, que ya tiene en mente un buen puñado de actividades para este año lejos de Asturias.

Con ensayos los lunes y los jueves, de 20.00 a 21.30 horas, es el director Gorka García el encargado de hacer brillar sus voces, tras pasar por la coral en una etapa anterior. En estos años han ampliado palmarés con el cuarto premio del Concurso de Folklore Ciudad de Oviedo" de 1993, tercer premio del I Certamen Coral "La mina y el mar" de La Felguera en 2000 y, en julio de 2001, el primer premio en ese mismo certamen. Y llevan con orgullo el haber estrenado el "Cánticu a Llanera" de Fernando M. Viejo y Cuno Corquera en el marco de la XIV Semana de les Lletres Asturianes. En 1996, estrenaron un programa de zarzuela que fue representado por distintas localidades asturianas.

La realidad actual es que se necesitan nuevas voces. "Necesitamos voces masculinas como el comer, hay muchas más mujeres y el coro está un poco desequilibrado, y como en todo, hace falta relevo generacional; a la gente joven le cuesta comprometerse con estas cosas", subraya Carracedo. La integrante más joven tiene 30 años. La mayor, cerca de 88. Y entre sus filas cuentan con un cantante ciego. "Aquí cabe todo el mundo que quiera esforzarse y hacerlo bien", advierte el presidente, quien quiere recordar la "enorme labor" de Abel González, que fue el primer presidente del coro por aclamación popular y sin formar parte de él.

Carracedo ejerció durante años como tesorero, hasta que "con la jubilación me animaron a cogerlo, y como soy muy activo, aquí estamos". Es un cargo que requiere moverse para buscar financiación y actuaciones, porque "a la gente hay que darle alicientes", asegura, junto al armario de la sala de ensayos en la Casa de la Cultura de Posada en el que guardan sus partituras. "Tenemos 360 registradas", dice. Y en Cáceres, Madrid, Santander y Orense están deseando escucharlas este año. "Hay que ir preparando cosas", resuelve el presidente, inmerso en llamadas y contactos para que Llanera resuene bien cerca y también bien lejos.

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