La aplicación de la ordenanza de terrazas en Llanera provoca la protesta de algunos hosteleros
Los afectados denuncian que es "injusta" y el gobierno local indica que recoge las mismas obligaciones legales que otras del mismo tipo y que se están dando facilidades para adaptarse

Consumición en una mesa, en una imagen de archivo. / Europa Press
L. Rodríguez/ P. Tamargo
Algunos hosteleros de Llanera protestan por la aplicación de la ordenanza de terrazas, que consideran "injusta". Se refieren a la denegación de licencias o a condiciones muy "restrictivas". Entre ellos, un caso argumenta que se trata de un espacio exterior que lleva muchos años instalado en el mismo lugar y ahora se encuentra con problemas y en otros dos de los que han dado su testimonio a este periódico se trata de terrazas cerca o junto a la carretera con distintas casuísticas y que piden soluciones para su situación. El tema ha sido objeto ya de crítica por parte del PP, que plantea que se adapte la ordenanza para "garantizar la convivencia entre hosteleros y vecinos". Por otro lado, el gobierno municipal sostiene que las normativas son de obligado cumplimiento, aunque se está dando todo tipo de "facilidades, alternativas, información y plazos amplios" para que los afectados puedan cumplir. Añaden que la norma de Llanera no es distinta a otras en lo que tiene que ver con la obligatoriedad de que se respeten los llamados itinerarios peatonales accesibles (IPA) o las condiciones de seguridad para todos los ciudadanos.
Uno de los afectados y que expresa su queja es Sergio Mariscal, del restaurante La Mundina, en Lugo, cuyas riendas cogió hace un año. Afirma que su "sorpresa" llegó cuando, al tramitar la transmisión de la licencia de la terraza del local, esta le llegó denegada. "Es un espacio que lleva instalado más de 20 años en el mismo lugar sin que nunca haya habido ningún problema ni ninguna denuncia por parte de los vecinos", indica. En la notificación recibida por parte del Ayuntamiento se alega que "la ubicación propuesta para la colocación de mesas y sillas invade en su totalidad los itinerarios peatonales accesibles, tanto en la Avenida de Pando como en la calle Naranjo de Bulnes". El propietario explica que "mi local está situado bajo unos soportales".
Protestan también los responsables del Restaurante Cafetería Dallas, de Posada de Llanera, que ven "injusto y vergonzoso" que "dos años después se esté aplicando esta normativa de manera tan restrictiva". Su terraza ocupa el espacio destinado a dos plazas de aparcamiento. "Tenemos licencia de terraza desde el año 2012 que abrimos el local", dicen María Antomil y Aurelio Fernández, el matrimonio propietario. En pandemia no se pagaron licencias, pero cuando recibieron la notificación correspondiente de que todo había vuelto a la normalidad, "presentamos de nuevo toda la documentación y un nuevo proyecto para renovar el permiso". Vino denegado.
"El pasado mes de febrero nos llegó una carta, según la cual incumplimos la normativa y donde se nos daba un plazo de cinco días para retirar la terraza", señalan. Presentaron un recurso a través de un abogado que les advirtió de que "no retiráramos nada hasta que no se resolviera el procedimiento". A día de hoy, "seguimos sin respuesta", dice. Quitar su terraza supondría para Antomil y Fernández, "tener que despedir a uno de nuestros tres empleados", señalan.
Otro caso es el de Beatriz Longo, de Telegato, en Posada, que indica que retirar las mesas del exterior de su local la abocaría al cierre. "Tengo un local antiguo y muy pequeño en el que, además, las ventanas no abren, por lo que no podría atender a más de la mitad de los clientes". Todos ellos coinciden en que "el invierno para la hostelería ha sido muy difícil, sobre todo estos dos últimos meses y tenemos que tirar como podemos para seguir manteniendo nuestros negocios". Llega el buen tiempo "y la gente quiere calle, que nos dejen trabajar", indican.
En alguno de estos casos, el problema ya no es con el Ayuntamiento, sostienen los responsables municipales, sino con la Administración autonómica, el Principado, que tiene la titularidad sobre la carretera y, por tanto, la competencia sobre algunas vías, y rechaza que una terraza pueda invadirlas o estar a ras de ella si no se cumplen o dan determinadas condiciones. El gobierno municipal incide en que, por su parte, se están dando "todas las facilidades posibles siempre en el marco al que obliga la normativa legal". Estos datos se aportaron recientemente en una comisión municipal, con presencia de los grupos políticos.
"En el último trimestre del año, como cada año, los hosteleros piden solicitud de la terraza para el año siguiente. Los que la pidieron y estaba todo correcto, pues ya tienen el permiso. La Policía Local hizo, durante el mes de febrero, una visita a las zonas donde hay terrazas para cotejar lo que había con respecto a los permisos. Y salieron una serie de establecimientos que no habían pedido la terraza. Estamos hablando de bastantes. Se dieron todas las facilidades: lo primero se les instó a que la pidieran y, a partir de ahí, desde la Oficina Técnica se está trabajando con ellos. Si hay posibilidades de legalizarlo se trabaja con ellos para hacerlo y si no las hay, pues lógicamente se les pide que la retiren, porque no puede ser de otro modo", señalan responsables municipales.
Hay dos variables que no se pueden olvidar en este tema, insiste el gobierno. Que la ley obliga al respeto de los itinerarios peatonales accesibles, que fija que las terrazas deben tener una ubicación que garantice unas determinadas distancias para hacer posible el tránsito por la vía pública sin dificultades, y la seguridad.
"La ordenanza municipal se aprobó con el voto a favor de todo el mundo. No ha habido alegaciones, ni siquiera de OTEA. Porque no es una ordenanza con caprichos. Es una ordenanza que reproduce la ley de obligado cumplimiento aquí y en cualquier otro lugar en relación al ruido, los itinerarios peatonales accesibles etcétera", destaca el ejecutivo local.
Explican que si se permite poner terrazas en zonas de estacionamiento las instalaciones tienen que cumplir unas especificidades en materia de alturas, accesibilidad o seguridad, igual que cuando se trata de espacios que lindan con portales u otras casuísticas, en las que tiene que haber conformidad de la comunidad de vecinos. "En todo caso, no se trata de particularizar, sino de que hablamos de una norma y unas mínimas condiciones a cumplir. Donde podemos ayudar respetando las opciones que da la normativa, lo estamos haciendo. A algunos se les ha dado alternativas dentro, insistimos, de la norma. Otra cosa es que no les gusten", incide el gobierno local.
"Desde el Ayuntamiento se está trabajando con todos los hosteleros que se dejan ayudar. No hay ninguna intención de apurar el tema. Se les está dando tiempo para subsanar, se les está volviendo a dar tiempo para subsanar, y si nos piden que demos margen porque tienen que hacer una consulta técnica o lo que sea, pues dentro de lo que se pueda, no va a haber ningún problema", concluyen.
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