Dos maestros de escuela para recordar en Llanera: "Ovidio Muñiz y Justina Alonso fueron docentes que nos marcaron"

Las generaciones de 1947 a 1950 rememoran su paso por el colegio en un encuentro anual de antiguos alumnos de Posada

Los asistentes al encuentro anual de antiguos alumnos de la escuela de Posada. | J. A. O.

Los asistentes al encuentro anual de antiguos alumnos de la escuela de Posada. | J. A. O.

J. A. O.

San Cucao (Llanera)

Lo que el pupitre unió hace décadas no lo separa el paso del tiempo. Imborrables recuerdos escolares reverdecieron ayer en Llanera durante el encuentro anual celebrado por los alumnos de la escuela de Posada de las generaciones de 1947 a 1950. Tras una misa en recuerdo de antiguos alumnos y profesores ya fallecidos, oficiada por el párroco local, José Julio Velasco, la treintena de asistentes compartieron un almuerzo en un conocido restaurante del concejo. "Es una jornada de confraternización para disfrutar de recuerdos de unos tiempos muy distintos a los actuales", subraya Abel González Rodríguez, promotor de la iniciativa junto a Otilia Díaz.

"Lo más satisfactorio de esta cita es que la inmensa mayoría de la gente tiene el estímulo de participar después de sesenta o más años de haber dejado la escuela, algo que prueba que existe una importante unión entre los que fuimos compañeros en aquel tiempo inolvidable", añade González, quien recuerda perfectamente cómo era aquella escuela en la que niños y niñas asistían a clase separados y que fue derribada para construir el actual colegio de Posada, tras la concentración educativa de 1969. "Los niños entrábamos por un lado y las niñas iban por otro. Los maestros de entonces eran muy exigentes, pero entregados a la vocación de enseñar y de transmitir unos valores muy importantes para la vida que ahora no se tienen muy en cuenta", detalla Abel González, quien, al igual que el resto de asistente al encuentro, destaca por encima del resto las figuras de los docentes Ovidio Muñiz y Justina Alonso.

"Fueron maestros que nos marcaron. Ovidio Muñiz era un hombre adelantado a su tiempo, que hasta creó una cuota de amigos de la escuela por la que cada alumno, que éramos cuarenta o cuarenta y cinco, pagaba una peseta y lo que sacaba iba a comprar materiales para el aula, para hacer trabajos manuales u otro tipo de labores", rememora Abel González con una sonrisa.

Esos "grandes recuerdos" son compartidos por Otilia Díaz, la otra gran promotora de un encuentro que se lleva celebrando desde 2008, primero con carácter bienal y desde 2018 todos los años. Únicamente la pandemia del coronavirus obligó a cancelar una reunión en la que se van desgranando anécdotas de unos tiempos escolares lejanos en el tiempo, pero muy cercanos en el corazón de quienes compartieron pupitre en Posada a mediados del siglo XX.

La propia Otilia Díaz rememora las excursiones a la parroquia de Coruño que organizaba Justina Alonso -"una maestra buenísima", afirma- y en la que no faltaba un buen chocolate para las alumnas. "Nos lo preparaba una nuera suya que vivía allí", recuerda entre risas esta llanerense sobre unos tiempos que, a su juicio, fueron "los mejores".

Y es que no solo era la escuela. También era el catecismo que las escolares de aquel entonces aprovechaban "para salir un poco" en unos años en los que "ya empezabas a refrescar por alguno". Y tampoco ha olvidado la promotora del encuentro las visitas al campo del Llanera. "Lo que nos gustaba no era el fútbol, eran los futbolistas", afirma sin dejar de sonreír Alonso, que tuvo tiempo de comentar esta y otras anécdotas en una reunión entrañable para quienes, en los pupitres de la antigua escuela de Posada, se hicieron compañeros para siempre. ○ n

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