El cachopín, rey culinario de Llanera: lleno en el arranque de las jornadas gastronómicas

Los locales que se han sumado a la cita agotaron existencias el primer día del evento, que dura hasta el 1 de junio

Por la izquierda, Gusti Pérez, Lina Sánchez, Cinthya Pino, Marga Silva y Mariví Areces

Por la izquierda, Gusti Pérez, Lina Sánchez, Cinthya Pino, Marga Silva y Mariví Areces / Luján Palacios

Luján Palacios

Luján Palacios

Lugo de Llanera

El cachopín arrasa en Llanera. Las jornadas gastronómicas dedicadas a este sabroso bocado han comenzado en los locales hosteleros adheridos con gran fuerza, con cientos de raciones despachadas en la primera jornada, la del viernes noche, y con la previsión de que a lo largo de este fin de semana se agoten las existencias en los 20 establecimientos de la campaña organizada en colaboración con el Ayuntamiento.

Los interesados en degustar las propuestas de los restaurantes y bares repartidos entre Posada, Lugo y Pruvia tienen aún varias jornadas a su disposición, ya que la iniciativa se extiende hasta el siguiente fin de semana, con final el próximo domingo día 1 de junio. A lo largo de todo este tiempo se podrán probar los cachopines con raciones de precio estándar, a cuatro euros cada una, y los hosteleros confían en repetir éxito.

«Se vendió todo, medio centenar que hicimos para el primer día y no quedó ni uno», indicaba este sábado a mediodía Cinthya Pino, del Bambú de Lugo de Llanera. Es un plato que a la gente le gusta, en su local estaban preparando ya unas 150 raciones para la noche. «El público responde bien, estamos contentos», aseguraba mientras servía a un grupo de amigas deseosas de hincarles el diente a los cachopines. «Tienen una pinta excelente», convenían, reunidas a la mesa para probar un cachopo con ahumado de Pría y manzana caramelizada.

En otros establecimientos, como el Majovi, los cachopines elaborados para la noche del viernes se acabaron en un abrir y cerrar de ojos, y la cocinera, Isabel Cué, tuvo que seguir entre fogones para dar abasto a la demanda. «En muchos otros locales pasó lo mismo, agotaron el género», explicaba amasando la carne para una nueva tanda de cachopines: los suyos, con sabor japonés.

Entre las alternativas a degustar hay casi de todo: desde las crudités y el queso de cabra del Plaza hasta la hamburguesa de cachopo con mermelada de pimientos del Carmela, la creación con Cabrales y sidra de La Llera, las setas con bacon al pimentón del Malady, el filete de pollo con piña, miel y mostaza del Ébano, las setas a la plancha de La Nueva Alroca, la delicia dulce del Rincón de Güela con azúcar, leche, arroz, caramelo y frambuesa, el gochu asturcelta con salsa de infierno del Peñausende, las minihamburguesas de cachopo del Luna del Cabo, el queso de La Peral y la carbonara en la creación del Atelier, el queso azul en El Panera, el cachopo de lenguado del Mayfer, los sabores a pera en El Blanco, el rebozado de galleta del Urriellu, la pechuga de pollo del Luneo, el sabor campero en el Crisol, la tradición de La Mundina y la merluza con nécoras y cecina en La Campana.

Un abanico de sabores para no dejar a nadie indiferente, con el aliciente añadido de un concurso en el que el público también puede salir ganando: los votos de los comensales se pueden depositar en una urna en cada local, y entre todos ellos se sortearán tres cenas para dos personas en cualquiera de los establecimientos. Para chuparse los dedos.

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