De Newcastle a El Puntal en velero: la gran aventura del llanerense Álvaro Álvarez está a punto de culminar

El farmacéutico, natural de Posada, lleva un mes de navegación para traer a Asturias desde el norte de Inglaterra la embarcación adquirida por unos amigos

Álvaro Álvarez, con la embarcación fondeada, en una escala del periplo.    | R. L. P.

Álvaro Álvarez, con la embarcación fondeada, en una escala del periplo. | R. L. P.

Luján Palacios

Luján Palacios

Posada de Llanera

El llanerense Álvaro Álvarez está viviendo desde hace un mes la aventura de su vida. Farmacéutico y natural de Posada de Llanera, es un enamorado del mar y de la navegación a vela, y precisamente esa afición la ha llevado a vivir desde el pasado 25 de mayo en una pequeña embarcación, junto con dos amigos, en la que navega desde el norte de Inglaterra hasta llegar, si nada se tuerce, este domingo o lunes al puerto de El Puntal, en Villaviciosa.

Álvarez, a la izquierda, durante la travesía, con un acompañante.

Álvarez, a la izquierda, durante la travesía, con un acompañante.

Un periplo con el que, en principio no contaba, pero que surgió como surgen las aventuras: de la mano de los amigos y casi sin contar con ello. Porque ha sido gracias a los hermanos Fidel y Fredy Ferández como el llanerense ha acabado surcando los mares.

Fueron ellos los que compraron hace ya unos meses un velero en Newcastle, y como Álvaro tiene el título de patrón de barco, le propusieron ir con ellos a recoger la embarcación para traerla a Asturias. Por supuesto, vía marítima.

En calma

"Se fue bastante nervioso, porque aunque de pequeño competía a vela y solemos alquilar veleros en vacaciones, siempre había sido en mares más en calma", relata su esposa, Marian Isasi, que está siguiendo la aventura desde casa, en tiempo real a través de un chat creado con los navegantes.

La aventura comenzó en febrero, con un primer viaje de reconocimiento para ver si podían hacerse a la mar. El mal tiempo lo hizo imposible, con olas de mucha altura y la advertencia de los guardacostas británicos de que no salieran de puerto. "Les dijimos que estaban locos y que volvieran, así que lo tuvieron que dejar hasta ahora", indica Marian Isasi.

Fue en torno al 21 del pasado mes de mayo cuando viajaron de nuevo a Inglaterra, ya con condiciones favorables, para intentarlo de nuevo. Allí estuvieron acondicionando el velero con la ayuda del anterior propietario. Un par de días más tarde pudieron al fin salir a navegar con rumbo a Asturias.

No está siendo sencillo, porque, aunque han tenido buen tiempo, están haciendo el viaje en escalas cortas, fondeando en los puertos de las costas británicas y "con zonas de corrientes peligrosas a la altura de Londres", indica la mujer de Álvaro.

Buen tiempo

Llegaron a Francia con buen tiempo. A lo largo de la travesía han visto delfines y focas, que religiosamente han ido mostrando a la familia en fotos a lo largo del periplo. Además, se han enfrentado a puertos con esclusas que han ido retrasando el viaje, a merced de las mareas.

Desde el viernes se encuentran en un punto "crítico", puesto que abordaban dos días de viaje por mar abierto, sin escalas en puerto, desde la costa del norte de Francia hasta Asturias. "No tienen cobertura y no sabemos nada de ellos, pero confiamos en que a más tardar este lunes lleguen a Villaviciosa", apunta Marian Isasi.

Habrán cumplido así una aventura que, aunque Álvaro ha abordado con "nervios, porque llevaba años sin navegar", pondrá la guinda a una afición por el mar y los vientos que lo han llevado bien lejos. Toda una hazaña de un lobo de mar de Llanera.

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