Oviedo

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación establecerá limitaciones a las capturas y desembarques de la xarda (caballa) en el Cantábrico mediante una orden ministerial que próximamente se publicará en el «Boletín Oficial del Estado» (BOE). Según anunció ayer el Ministerio en un comunicado, esta medida tiene por objeto garantizar la conservación y gestión sostenible de las poblaciones de esta especie, así como evitar aportaciones masivas al mercado en momentos concretos, lo que permitirá «mantener un nivel adecuado de los precios y, en consecuencia, de los ingresos de los pescadores».

Detalla que esta norma persigue regular las capturas y desembarques de la xarda en las aguas exteriores del caladero nacional del Cantábrico y Noroeste, y se aplicará a las embarcaciones de pabellón español autorizadas para la pesca con artes de anzuelo, arrastre de fondo y cerco.

Estas embarcaciones, a su vez, deben estar incluidas en el registro de buques pesqueros y en los censos oficiales de buques de estas modalidades de pesca, o procedentes de censos de otras modalidades, previa autorización de la Dirección General de Recursos Pesqueros.

El Ministerio de Agricultura y Pesca establece un tope, por día natural, de 1.000 kilogramos por tripulante embarcado en el caso de la modalidad de anzuelo, de 1.500 kilogramos por tripulante embarcado para la de cerco y de 20.000 kilogramos por buque para la modalidad de arrastre.

Destaca que, si las capturas obtenidas superasen las cantidades señaladas, la cesión de los excedentes entre embarcaciones podrá efectuarse en la mar, o en puerto, siempre y cuando las embarcaciones se encuentren presentes en el mismo. La coincidencia entre las cantidades declaradas y las realmente desembarcadas será verificada por el órgano competente del Ministerio en el litoral.

Conflicto

La costera de la xarda en el Cantábrico está envuelta este año en la polémica, luego de que una flota de 23 barcos de Guipúzcoa pretendiese el pasado miércoles desembarcar sus capturas en el puerto de Gijón, contra el criterios de las cofradías de pescadores del Principado.

Los pescadores asturianos acusan a los vascos de incumplir los acuerdos de cupos. La flota guipuzcoana ya había sido rechazada en puertos de Vizcaya y Cantabria, por lo que su intención era desembarcar las capturas en Asturias -finalmente eligieron Gijón- para transportar la xarda en camiones hasta el País Vasco. La presión ejercida por los pescadores asturianos hizo desistir a los barcos de Guipúzcoa, que finalmente se hicieron a la mar con su pesca a bordo.