Oviedo, M. J. I.

Tras mantener la veda de la anchoa en el golfo de Vizcaya, la Dirección General de Pesca de la Unión Europea insiste en destacar la necesidad de establecer más protección para los caladeros de merluza. La especie, una de las de más valor comercial para la flota asturiana, sufrirá nuevos recortes.

La Comisión Europea quiere impulsar que los países que componen la Comisión de Pesquerías del Atlántico Norte amplíen las zonas de ese caladero donde está prohibida la pesca con redes de arrastre de fondo.

Los miembros de la Comisión estudian medidas que restrinjan más el arrastre con el fin de aplicar las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas para la protección de ecosistemas marinos vulnerables.

Bruselas planteará «una expansión considerable de las actuales zonas de veda en la cordillera central Atlántica marina y en el banco de Hatton, teniendo en cuenta los últimos datos científicos.