Gijón, C. JIMÉNEZ

El Serida propondrá la incorporación de 13 nuevas variedades de manzana de sidra a las reconocidas por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) para la elaboración de «Sidra de Asturias», fruto de las prospecciones realizadas por el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario entre 1995 y 1997 en la Comarca de la Sidra.

Tras una reunión con el comité técnico de la Denominación de Origen Protegida, el próximo mes de mayo se presentará en Gijón en el transcurso de una jornada de transferencia de resultados de investigación del Serida las 13 variedades preseleccionadas. Ocho de ellas pertenecen al grupo de las amargas, hasta ahora más escasas dentro de las 22 permitidas para la elaboración de «Sidra de Asturias», y muy solicitadas por el sector lagarero para dar un nuevo matiz a los caldos regionales.

Enrique Dapena, responsable del programa de investigación en fruticultura del Serida, confía en que estas variedades sean aceptadas de buen grado en el seno del Consejo Regulador para ponerlas después a disposición de los cosecheros, colectivo al que se informará convenientemente durante la jornada técnica del mes de mayo.

Dapena participó ayer junto a Dolores Blázquez y Marcos Miñarro, ambos investigadores del Serida, en una jornada de carácter teórico práctico sobre poda y cuidados de invierno en las plantaciones de manzano de sidra. En el transcurso de la sesión se recordó la amenaza del topillo para las pomaradas asturianas. Para reducir la presencia de estos roedores se planteó la necesidad de mantener la hierba baja en las parcelas, además de realizar un adecuado seguimiento de las tareas de poda y fertilización de los árboles. Para ello los asistentes al curso se desplazaron a dos parcelas de la parroquia gijonesa de Deva donde los investigadores del Serida profundizaron en éstas y otras cuestiones de carácter técnico.