Oviedo, M. J. I.

La costera del bonito finalizará en Asturias con cifras de capturas sensiblemente más altas que las del año pasado, según confirmó ayer a LA NUEVA ESPAÑA Ramón Alvarez, gerente de la rula de Avilés. Las cifras oficiales de la Dirección general de Pesca del Principado indican que desde el comienzo de la campaña, el pasado mes de junio, se han subastado en los puertos de la región casi dos millones de toneladas, a falta de los datos de septiembre. El año pasado el volumen total de bonito vendido en los puertos de la región fue de 1,7 millones.

Solamente en Avilés el volumen de entregas se ha incrementado un cincuenta por ciento, respecto a la campaña anterior. Las instalaciones avilesinas esperan hoy la llegada de un barco procedente de las costas de Irlanda con 5.000 kilos de túnido. Será una de las últimas entradas de la temporada, según señala Alvarez.

Aunque la campaña no finaliza oficialmente hasta noviembre uno de los problemas que se encuentran los barcos es la lejanía de los ejemplares. Para encontrar pesca las embarcaciones del Cantábrico deben desplazarse durante cinco días, hasta las aguas frente a Finisterre, al sur de Irlanda. La lejanía es un doble problema porque también dificulta la conservación del pescado en las mejores condiciones.

Además, la necesidad de recorrer más millas en pos de la pesca aumenta los costes de desplazamiento para los armadores. La calidad de los bonitos rulados en estos meses es excelente, según el Patrón Mayor de las Cofradías Asturianas, Dimas García. El precio medio por kilo es de unos cuatro euros. Otra causa del incremento de desembarcos ha sido la llegada a los puertos asturianos de boniteros vascos, ya que los muelles asturianos y gallegos les quedan más cerca para dejar la mercancía. Burela, en Lugo, es otro de los puertos que se ha beneficiado de esa coyuntura. El bonito es una de las grandes costeras de la región, junto al bocarte, la merluza y la xarda, que comenzará en enero.