Oviedo, M. J. I.

Recuperar los bosques de castaño en la región y volver a poner de moda la madera que un día fue base del mobiliario en el medio rural, es uno de los objetivos prioritarios de la Asociación de Empresarios de la Madera, ASMADERA, presidida por Luis Enrique García.

El castaño asturiano lleva años afectado por el chancro, una enfermedad que afecta seriamente a gran parte de los castañares del norte de España; por ello se están llevando a cabo muestreos para conocer la situación actual de la enfermedad en Asturias y se estudian alternativas para su posible control.

La superficie forestal de Asturias dedicada a castaño ocupa casi 100.000 hectáreas. La distribución por municipios es desigual. Mientras que en Ribadedeva hay una hectárea en Valdés están consignadas 5.168 , según datos de Sadei. En cualquier caso, la presencia es constante en todo el territorio regional.

Uno de los problemas es que casi el 70 por ciento de la producción de castaño en Asturias corresponde a madera de segunda o tercera calidad. Hacen falta casi 3,5 toneladas para conseguir un metro cúbico de madera servible. Lo normal, dada la alta densidad del castaño, serían unas 2,5 toneladas, según señala Luis Enrique García.

Asturias produce en la actualidad el ochenta por ciento de la madera de castaño de España. García considera que no existe relación directa entre volumen de producción y apoyo de las administraciones. Añade que las actividades vinculadas a la madera han constituido tradicionalmente uno de los sectores clave de la economía en amplias zonas rurales del Principado de Asturias.

Los empresarios señalan que el sector forestal en Asturias no ha alcanzado un pleno desarrollo de sus potencialidades. Los expertos lo atribuyen fundamentalmente a la mala organización de la producción de madera, por la atomización de las explotaciones que impide que el potencial forestal se traduzca en una disponibilidad efectiva de materia prima de calidad a precios competitivos.