Oviedo, M. J. IGLESIAS

Aunque en Asturias el cultivo de pepinos es residual, la alerta alimentaria que ha levantado en Alemania la presunta contaminación de productos españoles con la bacteria intestinal «E. coli», desmentida ya por los responsables sanitarios de Hamburgo, que primero lanzaron las acusaciones, también afecta negativamente y de forma indirecta a la región. Así lo denunció ayer Ramón Artime, presidente del sindicato ASAJA tras participar en la ejecutiva nacional de la organización, que se reunió en Madrid para analizar la crisis. Artime señaló que el problema no es estrictamente el pepino, sino la desconfianza que generan las hortalizas españolas. «Asturias apenas exporta hortalizas, pero la gente deja de comprar». Añadió que lo que ha ocurrido, evidencia, igual que ocurrió con la crisis de las vacas locas, que «con las cosas de comer no se puede frivolizar». Artime también criticó la falta de contundencia del Ministerio de Medio Rural en la defensa de los intereses españoles.

Por su parte, el eurodiputado asturiano del Partido Popular Salvador Garriga denunció ayer la descoordinación europea en la «crisis del pepino» derivada de una falsa acusación de las autoridades alemanas sobre las hortalizas andaluzas.

«Ha habido fallos de la Comisión Europea y una falta de comunicación entre las partes», señaló Garriga, que lamentó las pérdidas de los agricultores españoles después de que varios países bloquearan esta semana las importaciones de pepino español.

Para el eurodiputado popular, «queda claro que habría hecho falta un mejor mecanismo de coordinación entre las autoridades de seguridad alimentaria y sanitaria». «La CE necesita tener un papel más activo en estas crisis alimentaria», matizó. Garriga apuntó que la nueva Política Agraria Común (PAC) prevé compensaciones para este tipo de emergencias, por lo que ha lamentado que «no llegara a tiempo» esta legislación todavía pendiente de aprobación por el Pleno de la Eurocámara y los países de la Unión Europea.

Tras conocerse los resultados de las pruebas a los pepinos españoles llevadas a cabo en Hamburgo que desdecían las acusaciones, Bruselas señaló el martes que la «prioridad» debía ser identificar la causa. La Unión Europea, en coordinación con las autoridades alemanas, trabaja para identificar la fuente del brote y proponer soluciones, según el comisario de Consumo, John Dalli.

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