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Me quedo en el pueblo

De la Pampa húmeda al corazón de Asturias

José Luis Cándido y Silvina Fernández, de Argentina, viven desde hace años en Bodes dedicados a la elaboración de pan artesanal

José Luis Cándido Moriena y Silvina Fernández Mionís, en el obrador de su casa en el pueblo de Bodes (Parres).

José Luis Cándido tiene claro que el futuro de la gente está en el campo y cree que, en Asturias, se puede hacer mucho más para incentivar el regreso de los jóvenes a los pueblos no sólo para evitar el despoblamiento, también para mantener los pueblos con vida. "Animo a la gente a que vuelva al campo, que no tengan miedo. Aquí, en Asturias, muchos tienen una población bastante envejecida y muchos prados abandonados y, al mismo tiempo, un buen número de personas desocupadas. Esto es algo que no se entiende cuando en realidad Asturias, su huerta, podría alimentar bien trabajada a toda España. Es necesario poner en marcha una política de apoyo para la repoblación de los pueblos", señala.

Él y su mujer, Silvina Fernández, son unos enamorados de la naturaleza y la vida en el medio rural, algo que a lo largo de su vida siempre procuraron conseguir. Ambos son de Torotas, en Santa Fe (Argentina), una zona conocida como la Pampa húmeda. En 2001 vinieron por primera vez a España y regresaron, de vacaciones, en 2008 y, tras conocer Asturias, decidieron que aquí habrían de tener su hogar. Padres de dos hijos que, como recuerda su madre, "cambiaron varias veces de colegio sin queja alguna", hoy uno de ellos cursa tercero de Filosofía en Oviedo, mientras que el otro empezó el Bachillerato, se han ido amoldando a los cambios de su vida revalorizando lo positivo de los mismos.

Durante varios años, y en España, Silvina ejerció la pediatría en el Hospital de Arriondas hasta 2012 en que, como tantas personas, quedó al paro. "Yo seguí buscando trabajo en lo mío y José Luis fue quien se puso al frente de Pachamama, que es como se llama nuestro horno artesano", recuerda ella. Y es que ambos, desde siempre, han elaborado pan cuando el tiempo se lo permitía. "En Sanidad se portaron muy bien con nosotros dándonos todo tipo de información para la apertura de este negocio", recuerda José Luis, que es quien trabaja todo el producto. En noviembre de 2014 nacía Pachamama. "Elaboro todo tipo de panes, como multicereal, integral, con nueces y pasas, de maíz, de escanda, de centeno, de trigo sarraceno o tres sabores. Son panes artesanales, sin aditivos de ningún tipo. También realizo diversos tipos de empanadillas y pizzas además de repostería variada, incluida la que va sin azúcar", recuerda José Luis.

La venta de su producto es bien a través de mercados como El Tenderete, en Cabranes, por el que sienten un especial cariño, "es un mercado fraternal", matiza él, o en otros mercados que se celebran en la región. También venden por encargo a particulares y en una tienda de Nava, en Cangas de Onís y en Gijón.

Ambos se muestran encantados con sus vecinos del pueblo de Bodes, muy cerca de la capital parraguesa, para quienes no tienen más que buenas palabras. "Nos recibieron muy bien y nuestra relación con ellos es excelente. No pudimos elegir mejor sitio para vivir", dice ella al tiempo que su marido recuerda que "la gente no debe tener miedo a la vuelta al campo. El futuro de la humanidad no está en las grandes ciudades. El ser humano sólo puede encontrar su libertad en la Naturaleza".

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