La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El efecto llamada de Cabranes

Jóvenes residentes en el concejo cabranés apuestan por el campo, donde viven y pondrán en marcha proyectos comunes al crear la cooperativa Kikiricoop

Por la izquierda, Íñigo González, Guillaume Duval, María Arce y Verónica Sánchez, en Santa Eulalia. ANA PAZ PAREDES

Guillaume Duval, María Arce, Íñigo González y Verónica Sánchez tienen muchas cosas en común, pero sobre todo dos: haber elegido Cabranes como concejo para vivir en el medio rural y la posibilidad de llevar a cabo, donde residen, proyectos de futuro comunes a través de una cooperativa que bajo el nombre Kikiricoop está actualmente en trámites de constitución, y con la que esperan poder empezar a operar en abril del próximo año en una nave en el polígono industrial de Cabranes. El quinto miembro de la misma es Sergio de la Oz.

No llegaron al mismo tiempo a Cabranes, pero todos lo hicieron gracias a lo que definen como "el efecto llamada" de este concejo. Conocidos que les hablaron de la zona, de la posibilidad de vivir en el medio rural y al mismo tiempo combinar la profesión para la que se prepararon con otros proyectos innovadores llevados a cabo donde viven y de donde obtienen, en ocasiones, la materia prima. "Para nosotros venir a vivir a Cabranes fue debido a queremos una mayor calidad de vida y aquí la hay. En el campo podemos criar mucho mejor a nuestros hijos, en un medio natural y un entorno mucho mejor que la ciudad", dice María Arce, profesional de la fotografía y pareja de Íñigo González, que ejerce como cocinero en un restaurante ovetense. Son padres de un niño de corta edad, Eneco. El proyecto que van a poner en marcha dentro de la cooperativa es un catering ecológico que presentarán bajo el nombre Con-fusión Comidas. De igual forma, ambos son coautores, junto con Eva Martínez y Marina Tarancón, de un libro de gran éxito, "Ecología sobre la mesa", que ya va por la tercera edición.

Por su parte, Verónica Sánchez, antropóloga y con un máster en agroecología, es autora, junto con Sergio de la Oz, también cocinero, de un producto que ya está triunfando incluso antes de empezar y que elaborarán junto con Guillaume Duval en la nave del polígono cabranés, Asturcilla, un producto elaborado con avellanas, leche ecológica y azúcar, y que ellos definen como "ecológica y neopaisana". Verónica Vázquez destaca que "no por vivir en el campo sólo debes dedicarte a él. A mí me gusta mi profesión y creo que puedo dar cursos de formación y también elaborar Asturcilla. Cuando empezamos tanteamos el mercado con el producto y tuvo muy buena acogida".

Sobre este proyecto María Arce añade que se prevé también el cuidado de los hijos, pues todos son padres, "por lo que hemos establecido una rotación para que cuando cuatro estemos trabajando en la cooperativa, el otro cuide de los niños esas horas, recibiendo la misma remuneración que los demás". Por su parte, Guillaume Duval, que llegó hace dos años y medio a este concejo y vive junto a su mujer, profesora en Gijón, y dos hijas en Arriondu, también participa en el proyecto de Asturcilla, además de trabajar su huerto y conciliar todo ello con la vida familiar. Duval hizo un llamamiento a los productores de avellanas de Asturias debido a la escasez de este fruto en la región: "Apenas encontramos quien nos venda avellanas. Quien nos las pueda ofrecer que llame al 664815272".

Compartir el artículo

stats