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Nuevos cheques cargados de dudas

La campaña para pedir las ayudas de la PAC se abre sin que los ganaderos sepan aún cuánto cobrarán este año, el primero que incorpora todos los cambios de la reforma

Pablo Velasco, en el interior de una nave.

Las ayudas europeas mudan definitivamente la piel este año al incorporar todos los cambios negociados en la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC), que concluyó en 2015. Los ganaderos asturianos saben que perderán dinero, por el simple hecho de que el presupuesto asignado a España disminuye, pero aún mantienen la incertidumbre de no conocer exactamente cómo se hará el reparto de las subvenciones ni lo que les corresponderá por cada concepto.

La campaña para solicitar las ayudas comenzó el pasado lunes. Hasta la fecha la política agrícola ha dejado en Asturias más de 60 millones de euros al año para 11.002 perceptores. En la región, el 5 por ciento de las ayudas (alrededor de 2,8 millones de euros anuales) corresponde a 1.589 personas mayores de 65 años, muchas de las cuales, en teoría, están jubiladas o ya no realizan actividades agrícolas, pero mantienen la subvención en base a los derechos históricos en los que se fundamentó la PAC desde 2006, relativos a producciones que se remontan a 2002.

En España, el porcentaje de mayores de 65 años que tienen ayudas de la PAC se dispara hasta el 40,7 por ciento de las 844.000 personas físicas con subvenciones agrarias europeas.

La aplicación de la nueva Política Agraria Común (PAC) en Asturias, igual que en el resto de España, se realizará a partir de un nuevo modelo, basado en el pago por hectárea, que en principio perjudica a la región, con terrenos que tienen menos privilegios históricos que los de Andalucía o Extremadura.

El reparto de las subvenciones se hará en base a una división en comarcas, que engloban un grupo de concejos con características comunes en terrenos y producciones. Un total de 844.000 productores presentarán, hasta el 30 de abril, la solicitud única de las ayudas directas, cuyo importe total asciende a 4.911 millones de euros, que se podrán abonar en forma de anticipos a partir del próximo 16 de octubre.

Las organizaciones agrarias consideran que el relevo generacional en el campo sigue siendo la gran asignatura pendiente, por la falta de oportunidades que se dan para que los jóvenes puedan acceder a una explotación y por la falta de sensibilidad y de respaldo que las administraciones hacen a quienes deben dar el paso y facilitar ese relevo generacional.

Uno de cada tres beneficiarios de la PAC están jubilados o en edad de jubilación, pero sólo cobran una media de 600 euros al mes, lo que les impide en muchos casos poder retirarse de su actividad agraria. "La gente aguanta al máximo porque, entre otras cosas, la pensión de jubilación que reciben es de las más bajas", explica el dirigente de COAG Francisco Gil. A ello también se añade el hecho de que muchos estén esperando a poder ceder el testigo, pero tampoco las subvenciones a la incorporación de jóvenes al este sector ayudan.

"Hace tiempo que las organizaciones agrarias estamos reclamando a Europa una reforma en profundidad de la PAC, que la acerque más a la realidad de la agricultura", defiende Gil. A su modo de ver, lo único que se ha hecho hasta ahora es "poner un parche tras otro en los sucesivos documentos aprobados", sostiene. Por si fuera poco, a las dudas que genera el nuevo modelo de reparto se agregan las trabas burocráticas. Al menos, a partir de esta campaña, mediante la solicitud única, el productor puede pedir todas sus ayudas de una sola vez. Conviene destacar la importancia de cumplimentar correctamente la solicitud y presentarla a tiempo, para evitar posibles penalizaciones o incluso la no percepción de las ayudas por una mala declaración, o una presentación fuera de plazo.

La solicitud se dirige a la autoridad competente de la comunidad autónoma en la que radique la explotación o la mayor parte de la superficie. En caso de no disponer de superficie, se presentará en la región en la que se encuentre el mayor número de animales.

La aguda crisis lechera

Al profundo cambio de modelo de distribución de las ayudas se une la crisis del sector lácteo, que no acaba de tocar fondo. Un informe de COAG sostiene que la caída de un 20% del precio de la leche ha obligado a echar el cierre a 1.544 ganaderos en los últimos dos años y reduce la cifra total a 16.490, de los que unos 1.300 corresponden a Asturias.

La eliminación de las cuotas lecheras ha provocado una concentración de la producción en menos manos. Casi un 10% menos de explotaciones producen un 7% más. El incremento de la producción es desigual. Zonas tradicionalmente productoras como Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco han aumentado sus entregas menos de un 5%, mientras que territorios como Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana lo han hecho en más de un 11%.

En el resto de Europa se observa una clara deslocalización con un traslado de la producción de los países del Sur al centro y al Norte. Irlanda ha aumentado un 30% su producción, mientras que Luxemburgo subió un 23% y Holanda un 15%.

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