Galicia mira a Asturias para reordenar los trabajos y obras forestales de limpieza para la prevención contra los incendios forestales. En el Principado estas obras se adjudican a empresas y cooperativas, mientras que en la comunidad vecina las realizan las brigadas de la Xunta, es decir, del gobierno autonómico.
La Consejería de Medio Rural de Galicia ha planteado en el borrador de las directrices del nuevo Plan Forestal "potenciar un modelo mixto en el dispositivo" de prevención de incendios, "basado en parte en un sistema de obras y trabajos forestales con empresas privadas" y con una "vinculación del trabajador forestal que trabaje todo el año en labores silvícolas". Según el ejecutivo autonómico gallego, la idea es lograr una mayor eficiencia y además convertir las labores de prevención de los incendios forestales en "una inversión productiva".
Fuentes de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado explicaron que en Asturias ni la administración regional ni los ayuntamientos tienen personal contratado propio para la prevención de incendios. "Los trabajos y obras forestales de limpieza, plantaciones, desbroces, tratamientos silvícolas y de prevención de incendios con carácter general son efectuados por empresas y cooperativas". Las mismas fuentes matizaron que "son obras directas que realiza la Consejería a través de las direcciones generales de Montes e Infraestructuras Agrarias, adjudicándoselas a empresas y cooperativas".
De la misma manera, en Asturias la Consejería concede subvenciones a los ayuntamientos destinadas a la prevención de incendios y son los consistorios los que, a su vez, deben contratar con empresas o cooperativas dichas tareas.
El sistema que funciona en Asturias, sin embargo, no gusta a la Organización Galega de Comunidades de Montes, desde la que se alerta de los riesgos que conlleva esa "privatización", ya que entienden que las empresas "irán sólo a por el negocio".
El Gobierno gallego realizó una encuesta entre los representantes del sector forestal para conocer su opinión sobre las labores que se realizan ahora sobre la limpieza y desbroces. El resultado fue constatar una mala puntuación que sobre el papel se tradujo en que "se valoraron como muy poco eficaces las ayudas a los ayuntamiento en materia de prevención".
Estos resultados sirvieron al Ejecutivo que preside Alberto Núñez Feijoó para plantear en las directrices del nuevo Plan Forestal que las labores de prevención de los incendios forestales "no deben ser una mera actuación de apoyo a la extinción". Añadiendo, además, que se "debe buscar un valor añadido y tener un sentido como trabajos de inversión productiva en el monte". En este sentido, el gobierno gallego añade que así, las empresas que se encarguen de los trabajos podrían también vender la madera o la biomasa que extraigan en esos terrenos.
