La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Me quedo en el pueblo Castiello de la Marina

Arte gastronómico en Villaviciosa

La italiana Valentina Greco, que lleva varios años viviendo en Asturias, triunfa en Venta las Ranas con su empresa de comida para llevar

Valentina Greco, a la entrada de su local. ANA PAZ PAREDES

A Valentina Greco la quiere la gente. Sentada en un bar en Venta las Ranas en su día de descanso, no hay quien pase junto a ella y no la salude con afecto y con simpatía. Desde hace varios años es, junto a su marido, Pablo, y su pequeño hijo, Andrés, una vecina más de esta zona rural de Villaviciosa. Concretamente vive en Castiello de la Marina, donde ha formado un hogar y, al tiempo, ha puesto en marcha su empresa de comida para llevar, ubicado en un local lleno de encanto en Venta las Ranas, que es ya todo un éxito en la zona. Eso sí, para llegar hasta el momento presente esta mujer -que en Milán estudiaba para formarse como escultora en la Accademia di Belli Arti Brera- ha recorrido un largo camino tanto personal como laboral.

"Fue mi madre quien me animó para que viniera a España como 'Erasmus'. Vine para tres meses y al final me quedé a vivir en Madrid. Allí estuve un tiempo. Luego me fui a Alcalá de Henares y finalmente a Galapagar. Conocí al que hoy es mi marido, Pablo, y después de venir una semana por Asturias de vacaciones nos gustó mucho esta tierra. Queríamos un cambio de vida y nos vinimos. Vivimos un tiempo en Pola de Siero y años después encontramos la que hoy es nuestra casa en Castiello".

Trabajó una temporada en una compañía de seguros y tras ser madre decidió dejarlo para dedicarse de pleno a su hijo. "Luego cuando quieres volver a la rueda laboral es dificilísimo", matiza. Siempre cocinó en casa, y se le da tan bien que se le ocurrió que podría hacerlo para los demás. A su trabajo y a ella la fueron conociendo poco a poco su vecinos por su buena mano para las pizzas, la pasta y las empanadas. Mucho trabajo, mucha constancia y mucho tesón los de esta mujer, que al final dio el paso y puso en marcha su empresa de comida para llevar con el nombre de "¡Que Cocine Valentina!", que cuenta con numerosos seguidores en las redes sociales, además de quienes bien la conocen en Villaviciosa por la calidad de su oferta gastronómica.

"Yo me considero más artesana que cocinera. Entre mis especialidades están las empanadas de todo tipo, que realizo con espelta asturiana de grano antiguo; además de las pizzas, la pasta fresca, los panes, las tartas de todo tipo y, por supuesto, el tiramisú. Aquí viene la gente a mi obrador en Venta las Ranas y les sirvo la comida a través de la ventana, para llevársela. También hago menús y tengo servicio de catering", afirma esta mujer, también gerente de su negocio. "Yo lo hago todo, desde las pizzas hasta todo el papeleo", matiza. Y añade: "Mereció la pena venir, nos sentimos muy felices aquí. Nuestro hijo, Andrés, va al colegio rural de Castiello, donde hay once niños, y estamos encantados. Creo que, cuando estás haciendo lo que debes, al final el Universo te echa una mano".

Compartir el artículo

stats