Los ayuntamientos podrán fijar cupos de recolectores y días para regular la extracción de setas en Asturias. La consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales prepara un decreto, por ahora en fase de borrador, para ordenar el aprovechamiento micológico en los montes, dado su crecimiento. El Principado prohibirá las prácticas de recolección que impliquen remover el suelo de forma que se altere o perjudique la capa vegetal superficial y usar herramientas aptas para el levantamiento, como las hoces o los rastrillos. Las sanciones aplicables serán de como mínimo de 100 euros, en función de si se trata de una infracción leve, grave o muy grave. El documento será publicado en los próximos días en el portal de transparencia para que los aficionados puedan presentar sus propuestas.
El nuevo decreto justifica su existencia en la creciente importancia del sector micológico en Asturias. Tanto desde el punto de vista de la recogida ocasional de uso sociorecrativo como desde el aprovechamiento comercial o vecinal, al ser un recurso forestal susceptible de ser enajenado y de crear actividad económica. La ley del Principado de 23 de noviembre de 2004 de Montes y Ordenación Forestal contempla en su artículo 44 la posibilidad de que la Consejería competente pueda autorizar y regular los aprovechamientos no maderables de los montes. En base a ello, Desarrollo Rural impulsa una norma general, que los ayuntamientos podrán adaptar de forma específica a sus territorios.
En este sentido, el Principado permitirá que las entidades propietarias de montes de utilidad pública regulen la extracción de setas, solicitando previamente ante el órgano forestal competente su inclusión en el Plan Anual de Aprovechamientos. En caso de que no se incluya de forma específica, el aprovechamiento micológico no tendrá mayores limitaciones que las establecidas en el nuevo decreto. Las entidades locales podrán de igual forma regular la extracción comercial, vecinal u ocasional mediante ordenanzas específicas conforme a los criterios establecidos en el decreto regional. Incluso, si lo consideran oportuno, los ayuntamientos podrán establecer un máximo por recolector y día.
Los montes en los que se regule la recolección de setas deberán ser convenientemente señalizados. Los carteles, según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, se deberán colocar en lugares visibles, en los accesos al monte, en los aparcamientos y en los terrenos próximos a las carreteras. En ellos se pondrá el nombre y número del monte, entidad propietaria y la leyenda: "Aprovechamiento de setas reguladas. Prohibido coger setas sin autorización". La consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales indica que habrá de prestarse especial consideración a los habitantes de las comunidades rurales de la zona, fomentándose las formas asociativas para la obtención de una mayor rentabilidad social y económica del monte.
Asimismo, el decreto permitirá como sistemas y métodos de recogida los recipientes que permitan la aireación con el objetivo de favorecer la propagación de las esporas; salvo en el caso de las extracciones de carácter científico que podrán transportarse en recipientes herméticos. La actividad sólo se podrá realizar de día y en todo caso, siempre que las condiciones de visibilidad natural lo permitan. Por su parte, estarán prohibidas las prácticas que supongan remover el suelo de forma que se altere la capa vegetal superficial, ya sea manualmente o utilizando cualquier tipo de herramienta. Se rechaza por tanto el uso de hoces, rastrillos, escardillos y azadas.
El régimen sancionador queda sujeto a la ley de Montes, que fija multas entre los cien euros y un millón en función del grado de las infracciones. El decreto es, no obstante, provisional y no entrará en vigor hasta estudiar las ideas de los aficionados y ser aprobado por el Consejo de Gobierno.
