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Me quedo en el pueblo | La Caridad

Leticia emprende en ecológico

Una joven franquina abre una tienda de alimentación comprometida con el medio ambiente, con productos que promueven un estilo de vida saludable

Leticia Méndez, a la entrada de su local. ANA PAZ PAREDES

Leticia Méndez Moreira tiene 24 años y las ideas muy claras. Hace poco tiempo abrió en La Caridad, donde vive, una tienda pionera: una buena parte está formada por productos ecológicos, aunque no todos, así como otros que se producen en su zona, promoviendo de este modo el comercio local. Ella ha acercado a sus vecinos productos que en la actualidad se venden en tiendas especializadas. Gracias a ella, ahora en La Caridad se pueden comprar a granel, por ejemplo, soja verde mungo, arroz rojo ecológico, alubias moradas ecológicas, pasta ecológica italiana, cereales y semillas como trigo sarraceno, lino marrón, avena, chía y quinoa; harinas ecológicas diversas, numerosos productos sin gluten; verduras, frutas y hortalizas locales, e inclusive productos de limpieza, así como de belleza hechos todos de forma artesanal y sostenible.

Desde muy joven, a Leticia Méndez le gustó el tema de la alimentación y de la cocina. De hecho cursó en Gijón el grado medio de Cocina y Gastronomía, así como otro módulo de repostería que no llegó a finalizar. "Empecé joven a trabajar como cocinera en un restaurante y al poco tiempo empecé a sufrir una urticaria importante que me afectaba a las manos y a los pies. Los médicos no daban con el origen e inclusive me aconsejaron que buscase otra profesión pues podía derivarse de los pescados y los mariscos. Total, que me puse a trabajar en una quesería, y me sucedía lo mismo. Como el tema de alimentación siempre me gustó mucho y justo por ese motivo personal tenía que cuidarme mucho con la alimentación, al final opté por abrir aquí mi tienda ofreciendo cosas que no encontrases en el supermercado normal y que fueran lo más natural y sanas posibles", asegura. "Buena parte de lo que hay aquí es ecológico, no todo", matiza ella para a renglón seguido dejar claro que "la alimentación ecológica es un estilo de vida, es una forma de vivir".

El año que estuvo en Oviedo fue la prueba de fuego para desear volver a La Caridad. "La ciudad no me gusta, necesitaba aire fresco, mi pueblo", dice apoyada a la entrada de su negocio, al que llamó MemOr Producto Orgánico y Artesano. Al principio, y dada la especificidad de lo que ofrece, la gente no la animaba mucho, pero ella siempre tuvo muy claro lo que haría. "Los primeros meses a la gente le costaba entrar, pero ahora ya me van conociendo y les gusta lo que ofrezco. Me decían: '¿Pero dónde te vas a meter?'. Pero lo hice. La verdad es que si lo piensas mucho al final no emprendes nada. Yo estoy haciendo lo que me gusta en todos los sentidos y en mi pueblo, y me siento muy contenta. Yo animo a la gente de mi edad a que tenga algún proyecto en la zona rural, que se anime a llevarlo a cabo. Los jóvenes somos el futuro y si conseguimos abrir y mantener un negocio en plena crisis, el futuro está chupado, superaremos cualquier cosa".

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