¿Podría producirse en Asturias un incendio similar al que calcinó desde el pasado fin de semana 8.000 hectáreas forestales en el entorno de Doñana, en Huelva? Las organizaciones agrarias estiman que sí, sobre todo, cuando confluyen factores como las altas temperaturas estivales y la ausencia de cuidados en montes y pastizales.
Los representantes de los ganaderos alertan del cóctel letal que supone el calor junto al deficiente estado de áreas de pastizales y monte bajo, sobre todo en la zona occidental de la región, y reclaman a la Administración medidas para cuidar el territorio.
Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG, denuncia la falta de dinero para desbroces: "No se hacen quemas controladas, es necesario intervenir en la vegetación y el único que lo hace es el ganado pastando". Cruzado, que también es ganadera, considera necesario invertir en gestión forestal "de común acuerdo con la gente de las zonas rurales". "Es una pena lo que está pasando, está todo abandonado. Hay muchísima superficie de matorral sin ningún uso porque no lo permiten", añade.
Por el campo circulan historias sangrantes. "En Pola de Allande un chico tuvo que renunciar a la ayuda de primera instalación porque no tenía superficie bastante y no hubo manera de que el Ayuntamiento se la concediese", indican otras fuentes sindicales. La organización ASAJA, que preside en Asturias Ramón Artime, también pide atajar el problema de fondo, "que no es otro más que el abandono del monte". José Ramón García Alba, secretario general de la Unión de Campesinos Asturianos (UCA-UPA), asegura que los incendios se agravan por la menor presencia de agricultores y ganaderos, "que son los que cuidan el terreno".
