La Política Agrícola Comunitaria (PAC), que deja en Asturias más de 60 millones de euros anuales, repartidos entre unas 11.000 ganaderías de leche y carne, sufrirá nuevos recortes en los próximos años, a través de medidas como la cofinanciación de las ayudas, sugerida por la Comisión Europea, y decisiones como la congelación de los fondos, a partir de 2018, a las tierras que lleven en barbecho más de cinco años.
España ha expresado su claro rechazo a abrir la puerta a esa refinanciación de la PAC con fondos estatales, que obligaría a reformular el presupuesto agrario nacional. El Ministerio de Agricultura ha pedido al comisario europeo del ramo, Phil Hogan, que exprese su opinión sobre cómo debe financiarse la PAC en el futuro. Aunque el posicionamiento no será concluyente, sí puede arrojar luz acerca del futuro modelo, relacionado estrechamente con la marcha del Reino Unido de la Unión Europea, pero también con la tendencia a la reducción del presupuesto agrario europeo ya consolidada en la anterior reforma de la PAC, ahora vigente.
Por otro lado, la normativa sobre ayudas directas de la PAC sigue evolucionando a velocidad de vértigo. Si hace unos días el FEGA publicaba los criterios para cumplir con la figura del agricultor activo, ahora se han hecho públicos los cambios aplicables para la PAC del próximo año 2018, entre los que figura la cancelación de las ayudas a las tierras que lleven más de un lustro sin ser cultivadas.
La prohibición se aplicará a todas las superficies de barbecho y de cultivos fijadores de nitrógeno que quieran computarse como superficies de interés ecológico para recibir el llamado "pago verde".
El listado de modificaciones se encuentra en un proyecto de real decreto sometido a información pública hasta el 21 de julio. Entre los nuevos criterios destacan los relativos al régimen de reverdecimiento de las ayudas de la PAC y, en particular, a las superficies de interés ecológico productivas, o con potencial productivo, en las que estará prohibido el uso de fitosanitarios.
El primer gran tijeretazo a la PAC tuvo lugar en el año 2013, cuando Bruselas activó por primera vez en la historia de la Política Agraria Común el mecanismo de disciplina financiera, al resultar insuficiente el presupuesto aprobado por los 27 para poder atender todas las solicitudes asignadas.
