La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Me quedo en el pueblo | La Veiga

De calderero a agricultor ecológico

Óscar Fernández Cañedo, de Grado, comenzó a trabajar una pequeña huerta como hobby y cinco años después es su actividad principal

Óscar Fernández, en un rincón de su huerta en La Veiga, Grado. ANA PAZ PAREDES

Poco iba a pensar Óscar Fernández que aquella huerta que inició en terrenos de La Veiga, en Grado -entonces destinados a pastos y de propiedad familiar-, como hobby terminaría siendo a día de hoy una extensión de media hectárea con un poco de todo, dependiendo de la temporada. Formado en la rama del metal como calderero, trabajó en Burgos y León en un sector en el que la crisis golpearía con fuerza. No así en el caso de su mujer, que se ha mantenido en su puesto laboral. Hace diez años nació su primera hija y entonces regresaron a vivir a Grado, su tierra natal.

"Cinco años después cerró mi empresa y además nació nuestra segunda hija. Entonces decidimos que, para hacer posible la conciliación familiar y dado que mi mujer mantenía su trabajo y yo entonces lo había perdido, optamos por ser yo quien me ocupase de las niñas; llevarlas al colegio, la guardería, ocuparme de la casa, en fin, todo eso. Entonces fue cuando se me ocurrió, para relajarme, poner en marcha una pequeña huerta en terrenos de la familia. Así empezó todo", recuerda él.

Lo primero que plantó fue un cuadro de fabes. "Aprendí con miembros de mi familia que conocían bien la tierra, pero también me he informado mucho y lo sigo haciendo; leyendo muchos libros, consultando con otros agricultores, lo cierto es que me empezó a gustar mucho y poco a poco la fui ampliando. En el mercado de Grado, donde vendo, aprendí que siempre es mejor tener variedad de producto para vender más. Esta huerta es algo que me ha enganchado, que lo disfruto y además soy mi propio jefe, yo me pongo mis horarios. Hace dos años cambié a ecológico porque no me gustaba la forma de cultivar convencional. Estoy en trámite con COPAE y en unos meses tendré mi sello", dice este agricultor, quien matiza, al tiempo, que "mi mujer trabaja y es verdad que, además de contar con nuestra propia huerta que nos suministra de todo, también lo que se vende contribuye un poco a la economía familiar. Ahora bien, vivir de esto sólo lo veo difícil, pero no imposible. De hecho creo que vendría muy bien que se formase en Grado una cooperativa de agricultores en ecológico. Yo soy minifundista, pero creo que la unión hace la fuerza. Con esta huerta que tenemos aquí y esta zona de La Veiga, tan buena para ello, sería perfecto. Con una buena oferta de varios agricultores en ecológico sería más fácil ponerlo en el mercado a través de canales de distribución", señala.

Óscar tiene claro cómo el cambio climático afecta al campo y es partidario de tomar medidas. "Estamos acostumbrados a que llueva con cierta cadencia y, desde hace unos años, ya no es así. Vamos a tener que cambiar la forma de trabajar la huerta e implantar un sistema de riegos con agua de buena calidad y, la mejor, es la de lluvia. Hay que buscar la forma de almacenarla y regar con ella. En mi caso mis fabes están sufriendo mucho sobre todo con las temperaturas altas del mediodía".

Compartir el artículo

stats