2 J. Morán

Madrid

El cirujano Santiago Gómez-Morán Martínez-Ballina nace en Oviedo, el 14 de septiembre de 1919, en el seno de una familia «de derechas y católica, pero liberal». Su padre, César, regenta varios negocios, como la concesión de una mina en Turón, el mercado de importación y exportación y barcos de pesca. De su matrimonio con María Luisa Martínez-Ballina nacerán ocho hijos y Santiago estudia a partir de 1935 Medicina en Valladolid, «que era ciudad jonsista», de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), de Onésimo Redondo. «Todos los jóvenes de derecha de la época estábamos encantados con José Antonio Primo de Rivera», evoca Santiago Gómez-Morán, que es llamado a filas por el bando nacional en la Guerra Civil, «a un batallón de África, mixto de soldados españoles y moros». Lucha en el frente de Madrid, en la Ciudad Universitaria, y más tarde entra en Madrid «antes de acabar la guerra, para colaborar con el golpe del coronel Casado». Gómez-Morán pertenecía a «la sección ofensiva, grupos de gente muy curtida que reciben la orden de entrar el 27 de febrero de 1939 para apoyar a Casado, que se había sublevado contra el Gobierno de la República y quería pactar el final de la guerra con Franco».

Acabada la guerra, finaliza sus estudios de Medicina y retorna a Oviedo, donde la Falange «ya no corta el bacalao porque, entre otras razones, surgen nuevos grupos sociales, y Rafael Arias de Velasco, el jefe provincial de Falange, no tiene deseos de poder, y Tomás Cerra, tampoco». En este sentido, Santiago Gómez-Morán evoca la anécdota de que «cuando se inauguró la Universidad Laboral de Gijón el ministro Girón de Velasco le preguntó a Arias de Velasco: "Rafael, ¿tú qué quieres ser aquí?", y éste miró el campo de alrededor, donde había ganado, y dijo: "Yo, vaca"».

«Mi primer maestro de cirugía fue el profesor Vara López, en Burgos, y en Oviedo aprendí mucho con don Joaquín García Morán, que era un magnífico cirujano de aparato digestivo». Después se forma con el profesor Golligher, en Inglaterra. «En el Oviedo de después de la guerra cambiaron mucho las costumbres, pero todavía un grupo de ovetenses supimos conservar un íntimo sabor a nuestra ciudad: Alfonso, el caricaturista; Luis Alberto Cepeda, que me publicó varios artículos en LA NUEVA ESPAÑA, que entonces dirigía; Juanito Triviño, medico odontólogo, como su padre; Juan Piedra, sobrino de un famoso médico de Oviedo que se llamaba don Julián Clavería; Gabino Martín, hijo de don Gabino y que continuó con el negocio; Viti Lucas, médico; Julián Morán, también médico, y otros muchos compañeros que nos jugábamos a los dados el aperitivo en el Paredes y subíamos al Buenavista los domingos de fútbol».

En 1955 «me fui de Oviedo a trabajar fuera de España, a Casablanca, en Marruecos; quizá lo hice atraído por un cierto espíritu de aventura, no lo sé...». Allí permanece 20 años y al regresar a España se establece en Madrid. En estas «Memorias» para LA NUEVA ESPAÑA, con esta primera entrega y otras dos mañana, lunes, y el martes, Santiago Gómez-Morán pretende «sobre todo evocar el Oviedo que yo viví».