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Un alimento con cara de queso fresco

El tofu es un producto que se elabora a partir de la llamada leche de soja, legumbre a la que los últimos estudios atribuyen más efectos indeseados que beneficios

Un alimento con cara de queso fresco

El tofu es un producto con apariencia de queso fresco que se elabora a partir de la llamada leche de soja, líquido obtenido al filtrar los granos de soja cocidos. A esta leche, una vez cocida, se le añade un coagulante, y el requesón obtenido se separa del suero líquido y se prensa. Una vez preparado, debe conservarse en la nevera.

El tofu es un alimento de fácil asimilación, pero que no debe tomarse crudo, sino cocinado. Tiene una consistencia blanda y puede prepararse a la plancha, frito, revuelto o también estofado. Está muy presente en la alimentación de las personas vegetarianas y veganas.

Para conocer lo que el tofu aporta al organismo, la médica homeópata Consuelo Vázquez Picos considera necesario hablar de la soja, "una legumbre de alto contenido proteico, gran cantidad de lípidos poliinsaturados, minerales importantes como calcio y hierro, algunas vitaminas y unas sustancias llamadas isoflavonas, por las cuales a la soja se le atribuyen propiedades terapéuticas para algunos trastornos de la menopausia".

A la soja también se le han atribuido otros beneficios como prevención de cáncer y de problemas cardiovasculares, disminución del colesterol o mejoría de la osteoporosis. "Pareciera que todo son ventajas", comenta la doctora Vázquez Picos, que añade: "pero debemos conocer sus inconvenientes, algunos de los cuales desaparecen o se minimizan con la cocción o la fermentación de la soja". Su consumo excesivo, dice, "puede ralentizar el funcionamiento de la glándula tiroides y, por tanto, el metabolismo, ya que actúa tapando el yodo, razón por la que sería conveniente consumir la soja con algas (que son ricas en yodo)". Además, la soja es muy rica en cobre, "y unos niveles altos de este mineral pueden causar fatiga crónica", destaca la especialista en homeopatía y medicina ortomolecular.

Al ser el tofu un producto no fermentado de la soja, "dificulta la absorción del hierro, por lo que no deberían consumirlo personas con anemia ferropénica", añade. Asimismo, indica que,ya que la soja es rica en purinas, no se aconseja a quienes poseen un exceso de ácido úrico.

Frente a quienes ensalzan las propiedades de esta legumbre, en la actualidad "existen estudios científicos que ponen en tela de juicio su benevolencia atribuyéndole más efectos indeseados que beneficios. Ante estos resultados cabe plantearse un uso limitado de la soja y sus derivados teniendo en cuenta su procedencia, es decir, si es transgénica o no, así como su combinación con otros alimentos que no forman parte de nuestra dieta y que sí están integrados en la alimentación de las culturas que consumen soja desde hace milenios", manifiesta Consuelo Vázquez Picos. En este sentido, señala que son cada vez más los expertos que afirman "que los productos derivados de la soja deben consumirse con moderación, dando prioridad a los fermentados como el miso, el tempeh, la salsa de soja y el natto, y siendo más cautos con los cocidos como la leche de soja y el tofu".

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