El servicio de urgencias fue el principal foco de tensión en las primeras semanas de funcionamiento del nuevo HUCA. Una intensa afluencia de pacientes y los problemas derivados del nuevo sistema informático llegaron a causar estancias superiores a las doce horas. Los episodios de desesperación se hicieron frecuentes tanto entre los pacientes y sus familiares como entre los profesionales del servicio. La situación ha ido normalizándose. No obstante, los médicos del servicio subrayan que están atendiendo a una media de entre 500 y 800 pacientes más al mes que en el viejo HUCA. Entre las causas de este aumento figuran las largas listas de espera y la limitación de recursos de los centros de salud.