Al cabo Miguel Ángel Ling Piernavieja, gijonés de 28 años, tener un padre taiwanés y conocimientos de chino le permitió estar en contacto con el Ejército Popular, como traductor, durante su estancia en el Líbano, en 2007, en una compañía de Fusiles, y en 2009, en Transmisiones. "Estamos a la altura de cualquier ejército, incluido el chino", asegura. De aquella experiencia le quedan sus visitas a la base de Tiro y el trabajo en el hospital militar de Marjayún. Vio un poco de lío entre israelíes y libaneses por el control de la depuradora de la aldea de Gadjar, el punto más caliente de la frontera.
Luego vendría Afganistán, en 2012, destinado en la compañía de mando. Cuando ve películas como "Lone survivor", basada en la experiencia de los Navy Seals americanos en Afganistán, asegura que tiene poco que ver con el trabajo del "Príncipe". "Nosotros estábamos en una misión de mantenimiento de la paz", asegura. De los afganos resalta la diferencia abismal con Occidente. "Están viviendo en la Edad Media, pero es lo que les gusta. Eso sí, móvil tienen todos, y moto y un montón de mujeres", afirma. Salir por primera vez y ver a los niños descalzos, la suciedad de las casas, le impactó. "Lo más duro es el último mes, es cuando se te alargan los días", dice.
