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Un mecano con decenas de piezas ensambladas

La materia prima para los dorados eran monedas de oro que se martilleaban y fundían

Un mecano con decenas de piezas ensambladas

En la construcción de un retablo intervenían escultores, pintores, ensambladores y doradores. Las piezas se realizaban en los talleres y se trasladaban a la iglesia para su remate. El artista que policromaba era elemento esencial porque de él dependía el resultado final. Un retablo es en el fondo un complicado mecano a partir de decenas de piezas.

El maestro dorador era el encargado de dar, generalmente in situ, lustre al contenido. Nodal explica que los doradores "cubrían los retablos con pan de oro de 24 quilates". La materia prima eran monedas de oro que los artesanos batidores martilleaban y fundían. "Una sola moneda daba para cubrir una amplia superficie del retablo, pero aun así la técnica era cara".

En Llanes no se reparó en gastos, aunque el retablo fue costeado por el pueblo, familias de pescadores que a principios del XVI sufragaron una obra grande por sus dimensiones (diez metros de altura y ocho metros de ancho) como por su autoría. Es seguro que Andrés de Espinosa no fue un artista barato.

La limpieza y restauración del retablo, a cargo de un equipo formado por Pablo Klett, Eloísa Nebreda y Victoria O'Donell, se inició el pasado enero y duró dos meses.

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