La charla comienza evocando a "... Blas el despistao", que tiene que ver con una canción de los viejos tiempos de "UHP". Se recordaba una crítica que había salido al respecto de la pieza, para la que se pedía el "título" de single.
"UHP" es un grupo de la Cuenca que arrancó en los ochenta; cuando otras corrientes colaterales (más suavizadas) amenazaban duramente el género, "UHP" surgía con la liturgia del rock, dando caña a guitarras y demás. Eso ocurría rondando el límite de los ochenta con otra década de cambios, los noventa, donde "UHP" edita su primer álbum tras ganar el célebre y muy celebrado concurso de maquetas de 40 Principales.
Al cumplir los 25 años del certamen, el grupo regresó a escena en la sala Estilo para celebrar la efeméride : "Vimos que la gente se acordaba de nosotros", cuentan; y eso fue un acicate para este disco que presentan, "Turismo al borde del abismo". Álbum nacido con el aire de los estudios La Casa del Misterio y con colaboración guitarrística de Jorge "Ilegal". "La idea era una, pero la cosa iba a más. Acabamos dando la vuelta. Con Jorge sonaba demasiado bien y eso ya dejaba de ser 'UHP'. Especialmente pensando en los directos". Efectivamente estaban asombrados con las técnicas y el virtuosismo del "Ilegal": "El disco pretende ser una prolongación de nuestro directo", puntualizan. Y de ahí el conseguir esa esencia en los estudios. "Lo de Jorge fue una casualidad; llegó Marcos (el manager) con Jorge cuando estábamos metidos para regrabar; le gustó y cambió los planes". Se integró cien por cien en la elaboración del disco. Dicen los de "UHP" que las canciones, que las compone Catalán, las van desarrollando luego entre todos hasta dar con "el puntín". Y cuentan algo más curioso aún, que es que cuando van a grabar no llevan "letra" definitiva: "Sobre la marcha se van arreglando, cambiando frases y así quedan". Es decir, "las letras salen en el estudio".
El regreso de "UHP" es una gran noticia para la escena asturiana por su fuerza y por su viveza y por un disco, "Turismo al borde del abismo", que tiene canciones muy recomendables, ya sea en tono rock o en tono rock pero con cierto formato de balada. Canciones, como la que da título al disco, que ya muestran el primer aire de la explosividad rítmica del disco y diciendo cosas muy claras. También el aire de "Tic tac", que lleva un ritmo de eso que ahora dicen "medio tiempo", o así. O "Un tenedor en el país de la sopa", esa que habla de un "pasaporte a los años ochenta", o la velocidad punk que coge "Soy un animal". También "No me molestes", que es de esas que enganchan ya de salida. Y, claro, que nadie deje aparcada su particular "Good save the Queen" de los "Sex Pistols", con su peculiar adaptación de "Asturias, patria querida". Si alguien quiere observar cómo se debe de revisar un himno, ahí está la adaptación de "UHP". Con fuerza, nervio y energía, su "Asturias, patria querida" va sobrada.
