La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alas rotas

La OCDE advierte de que el 43 por ciento de las aves europeas están amenazadas, entre ellas una veintena de especies comunes en Asturias, cinco con poblaciones reproductoras

El 43 por ciento de las 530 especies de aves que habitan en Europa presenta una situación desfavorable y un 13 por ciento (67) se encuentra amenazada o casi amenazada. Son las conclusiones que ofrece un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que alerta de una pérdida continuada de biodiversidad en el continente y prevé que la fracción de aves en declive se eleve al 60 por ciento a mediados de este siglo. La proliferación de explotaciones agrarias vinculadas a la producción de bioenergía, la intensificación de los cultivos, el abandono del campo, el cambio climático, la contaminación, la entrada de especies exóticas invasoras y la alteración de los hábitats aparecen como los principales causantes de esta crisis, que tiene eco en España y afecta a una veintena de especies con presencia regular en Asturias.

La pardela balear, endémica (como reproductora) del archipiélago del que toma su nombre (y, por tanto, de España), es, entre las aves habituales en Asturias, la que presenta la peor situación, calificada de "crítica": existe un riesgo superior al 50 por ciento de que se extinga en 40 o 50 años. Una decena de especies europeas entra en esta misma categoría. La pardela balear se desplaza al Atlántico una vez finalizada la crianza y se establece en el Golfo de Vizcaya; en Asturias se ve a lo largo de todo el año, aunque sólo en otoño y en invierno resulta abundante. La mortalidad en artes de pesca, la sobreexplotación pesquera (se alimenta de pequeños peces gregarios como el espadín, la sardina, la anchoa y el arenque) y la degradación del hábitat marino son las principales amenazas que afectan a la pardela balear fuera de las colonias. Otras dos aves marinas frecuentes en nuestras aguas, el fulmar boreal y el frailecillo atlántico, aparecen incluidas en la siguiente categoría de amenaza, "en peligro", junto con el alimoche común, un buitre migratorio cuyas poblaciones europeas acusan un marcado declive del que Asturias ha quedado al margen, pues aquí no sólo se ha mantenido sino que a lo largo de los últimos 25 años ha aumentado el número de parejas reproductoras (66 en el censo oficial de 2008) y la especie ha ampliado su territorio hacia el Oeste. Los cebos envenenados colocados ilegalmente para el lobo y algunos fármacos veterinarios que se administran al ganado son la causa más directa de la disminución del alimoche común, junto con la reducción de sus fuentes de alimento (por las nuevas prácticas agroganaderas), las colisiones con los aerogeneradores y las electrocuciones. Se desconoce el impacto de la mortalidad en sus áreas de paso y de invernada en África.

La categoría "vulnerable", que indica unas circunstancias desfavorables que aún no implican un declive pero que representan un riesgo futuro si la situación no se corrige, es la que comprende un mayor número de aves de la lista asturiana. Figuran entre ellas la tórtola europea, cuya población reproductora regional ha disminuido mucho desde la década de 1980, de forma que la especie ha desaparecido o es hoy muy escasa en amplias zonas del centro y del oriente de la comunidad; el martín pescador común, afectado principalmente por las alteraciones en las riberas fluviales; el porrón europeo, con unas pocas parejas que crían en los embalses del centro desde la década de 1990 (en este caso, producto de una colonización, no de un proceso de pérdida de población), y el ostrero euroasiático, en situación precaria como reproductor, con una decena de parejas en las costas de Tapia, El Franco y Coaña, que muchas temporadas no logran que ningún pollo vuele, por molestias humanas y por la depredación de que son objeto los nidos

Compartir el artículo

stats