Acostumbra Lenny Kravitz a repasar en vivo sus éxitos y poner algunas canciones de "Strut", que es el último disco suyo en el mercado y motivo por el que viene a Gijón el sábado (ahora al Palacio de los Deportes), al día siguiente de Elton John, del que ya está contado más o menos todo lo que puede ocurrir de principio a fin en su concierto; sesión, por cierto, de ambiente setentero; es decir, el Elton John más pata negra.
Kravitz, decíamos, reparte juego con sus guitarrazos y demás aparataje instrumental. No se para, sin embargo, en lo desconocido para el público y combina con perlas jugosas; ejemplo, en el arranque pone en marcha, a veces, su versión (cover disco, en pijo) de "American Woman", de los "Guess Who".
Kravitz fue un viento nuevo, quizá una revisión nueva del rock clásico, cuando irrumpió en la escena a finales de los años ochenta. Primero ocurrió lo que ocurre con todos estos fenómenos que van apareciendo en el mundo rock: era cosa de minorías y muy respetado por serlo. Posteriormente, entró en la clase media del mercado, y en seguida pegó el "trabucazo" comercial. Eso ocurrió con "Are you gonna go my way", que fue como un mazazo a los registros que se llevaban por aquel entonces. Una visión, dicho está, del viejo rock clásico puesto en la órbita para asaltar los años noventa.
Posteriormente tuvo un parón, aunque anduvo por ahí con sus cosas de estudio, entre ellas una colaboración en disco en solitario de Mick Jagger. Más adelante comenzó a producir discos con más o menos desparpajo. Sí hizo algo muy interesante: ponerse en la carretera y tocar en vivo al máximo. A eso viene a Gijón con un repertorio que combina la parte rockera con otros guiños (muy valiosos, por cierto), que se deslizan entre el fino pop y el funky, con canciones como la que da título al disco (que tiene un toque del origen del Kravitz primitivo). De todos modos, Kravitz viene moviendo el repertorio y puede que dé giros importantes sobre lo dicho. En todo caso, una buena oportunidad para ver en directo a este Kravitz de 20015, que aún reparte mucha energía en escena.
