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ROGELIO GARCÍA | Jubilado de la mina, enfermo crónico desde hace 30 años y trasplantado de riñón

"Los enfermos crónicos somos adictos a los pensamientos negativos: hay que trabajar para cambiarlos"

Rogelio García Suárez, en Sama de Langreo. fernando rodríguez

A sus 66 años, jubilado de la minería, enfermo crónico desde hace treinta años y trasplantado de riñón, Rogelio García reconoce que "los enfermos crónicos somos adictos a los pensamientos negativos: hay que trabajar para cambiarlos por otros positivos". Preside la Asociación de Enfermos de Riñón de Asturias desde hace 11 años y fue de los primeros en formarse como monitor del programa "Paciente Activo", con los formadores que llegaron del País Vasco. Es un entusiasta de ese recurso sanitario, del que dice que "es una herramienta importantísima, que pone en manos del paciente crónico su cuidado y su autoestima". Los monitores "intentamos ser un poco psicólogos" y animan a hablar con libertad de su enfermedad y sus preocupaciones acerca de cómo afrontarla. "Llegan enfermos con diabetes, con problemas renales, con tumores de todo tipo... En su mayoría tratamos con gente deprimida", señala Rogelio García. "Les animamos a que se comuniquen, a que no se encierren, algo en lo que pueden caer fácilmente entre la enfermedad y la depresión?", comenta. "Los monitores nos ponemos como espejo y comenzamos cada taller contando nuestro propio problema, para que los demás se animen a hablar", explica. Se aprende y se disfruta. "Me gusta: cada curso tiene algo diferente", corrobora.

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